A unos dos meses para que deje el Banco de España, el gobernador Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha intentado señalar el camino a su sucesor y al Gobierno. Y este pasa por seguir reduciendo el peso de las cajas en el sector financiero. Hoy ha pedido que se les obligue a salir de las entidades que la inmensa mayoría de ellas ha creado durante la crisis y que abandonen el negocio financiero.
Durante su intervención en unas jornadas en Madrid, el todavía máximo responsable del organismo —su mandato acaba en julio— ha pedido que se cambie la normativa para obligar a las cajas a salir de los consejos de administración de los bancos: "Aprobar una ley que obligase a las cajas a que, en un plazo razonable, dejasen de participar de forma significativa en entidades de crédito e invirtieran en lo que deseen para seguir desarrollando su obra social".
Siguiendo con la lista de actuaciones pendientes, el gobernador ha declarado en relación al saneamiento y a los niveles de capital de las entidades que "la última reforma ha dado un paso muy importante" en este sentido. "Pero nada en la vida es definitivo", ha añadido antes de advertir de que "si la economía española finalmente se recupera, será más que suficiente con lo hecho; pero si empeora más de lo previsto, habrá que seguir aumentando y mejorando el capital".
No hay comentarios:
Publicar un comentario