Las condiciones de vida a bordo del crucero 'Costa Allegra', que a causa de un incendio se encuentra sin corriente eléctrica y está siendo remolcado hasta las islas Seychelles, "son difíciles porque no hay electricidad y hace un calor sofocante con 30 grados en el exterior, pero dentro debe de ser todavía peor".
Así lo ha declarado Alain Derveute, el capitán de la nave de pesca de altura 'Trevignon' que remolca al navío de 28.597 toneladas, en una breve entrevista concedida al canal de televisión italiano Tgcom24, en la que ha asegurado que "la navegación es fatigosa, a pesar de que las corrientes son favorables, el mar está calmo y se procede a una velocidad de cerca de cinco nudos".
Derveute ha explicado que se turnan entre dos personas el mando del timón del pesquero: "Por seguridad hemos decidido excluir el piloto automático", ha señalado. "Al crucero llega un helicóptero dos o tres veces al día y depositan los contenedores que llevan artículos de primera necesidad", ha apuntado.
El capitán ha revelado que son conscientes de que se trata "de aguas batidas por piratas, pero los pasajeros están seguros porque a bordo de 'Costa Allegra' hay militares embarcados". "Es un hecho excepcional y no me había ocurrido nunca una cosa similar", ha señalado.
Pese a que en un principio estaba previsto que el crucero llegaría el 1 de marzo a la 09.00 hora local (04.30 GMT) a la isla de Desroches, situada a 230 kilómetros al sureste de Mahe, la mayor del archipiélago de las Seychelles, la travesía se prolongará 10 ó 12 horas más después de que el 'Trevignon' se haya negado a dar paso a los remolcadores, ha informado Sky News a través de su cuenta de Twitter.
La propietaria de 'Costa Allegra' había asegurado que el horario de llegada a Mahé estaba sujeto a variaciones en función de la velocidad y de la condiciones del tiempo y del mar.
Situación bajo control
En Mahé, según ha comunicado Costa Cruceros, aguarda un equipo de 14 personas de la naviera que dará asistencia a los 627 pasajeros (entre ellos 15 españoles, dos brasileños y un uruguayo). De ellos, 376 han aceptado la propuesta de seguir sus vacaciones en Seychelles. Estos pasajeros serán alojados por la compañía, que también cubrirá sus gastos en hoteles de lujo en las islas Praslin, La Digue, Silhouette y Cerfs.
Costa Cruceros también se encargará de sus vuelos de vuelta a casa después de estas estancias, ha notificado la naviera a través de un comunicado. Los restantes 251 pasajeros han decidido volver a casa en vuelos organizados por la compañía, que saldrán de Mahè el jueves 1 de marzo por la tarde.
Por otro lado, la Guardia Costera italiana ha confirmado que ya están a bordo los técnicos y el personal administrativo enviados por la naviera Costa Cruceros para intentar reparar el problema que ha bloqueado los motores del buque y que estudiarán la posibilidad de volver a activar, aunque sea de manera parcial, los propulsores, lo que aceleraría la llegada a puerto.
Los recién llegados al crucero a bordo de una nave militar de las Seychelles portan una generador de emergencia. Entre ellos también se encuentran los miembros del Equipo de Atención, que comprueban el estado de salud de los pasajeros e identifican sus necesidades de cara al desembarco.
Los 627 pasajeros del 'Costa Allegra' se asean con agua mineral y se alimentan de comidas frías, como fruta, salchichón y queso, además del pan que les procura a diario el helicóptero de la naviera.
La Compañía -asegura- está en contacto con los familiares y parientes de todos los pasajeros para mantenerlos informados y tranquilizarlos y también han sido activados los contactos con los familiares de algunos de ellos que no lograban hablar con los suyos.
El 'Costa Allegra', que cuenta con con ocho puentes y 399 camarotes, partió el pasado sábado de Antsiranana (Madagascar) y pretendía cruzar el Índico en un viaje de 26 días que continuaría por el Canal de Suez hasta Savona (Italia).
El incendio en el barco se ha producido un mes y medio después del naufragio del 'Costa Concordia', también propiedad de Costa Cruceros, acaecido frente a la isla italiana de Giglio y que dejó un balance de 25 muertos y siete desaparecidos.
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