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jueves, 29 de marzo de 2012

Dennis Rodman, 'arruinado' y 'extremadamente enfermo'


En palabras de su abogado, Dennis Rodman está "arruinado" y "extremadamente enfermo", acabado después de una brillante carrera como profesional de la NBA. Atrás han quedado sus años de gloria con los Chicago Bulls, donde se unió a Michael Jordan y a Scottie Pippen para llevarse tres de los cinco anillos de campeón que tiene en su palmarés. Ahora sus problemas pasan por la manutención de sus hijos y su ex mujer, a la que le debe tanto dinero que podría ir a prisión si no hace frente a la deuda.

La amenaza son 20 días de cárcel por una factura que el pasado 1 de marzo ascendía a 808.935 dólares en concepto de mantenimiento de sus hijos de 9 y 10 años fruto del matrimonio con su tercera mujer, Michelle Rodman. Además, le debe otros 51.441 dólares a su ex esposa, según documentos presentados en una corte de justicia del condado de Orange, en California.

El representante legal de Rodman, Linnea Willis, pretende probar que su cliente no puede hacer frente ni a sus propios gastos mensuales, por lo que considera imposible cumplir con los 5.000 dólares mensuales que debe abonar cada 30 días por un tercer hijo de otro matrimonio, y por los 4.500 dólares de manutención para su mujer.

La extrema enfermedad a la que se refiere el abogado en los documentos presentados ante el juez se derivan de la adicción al alcohol que durante años ha padecido el ex jugador de la NBA. Con ese problema a cuestas y los 50 años recién cumplidos, su tirón fuera de las canchas de baloncesto ha bajado considerablemente.

Tras un paso fugaz por los Dallas Mavericks en 2.000, donde solo llegó a jugar en 12 partidos, Rodman se dedicó a otros menesteres como la lucha libre y los 'realities' de televisión, llegando a ganar concursos de dudosa reputación. Pero ya hace tiempo que su nombre no suena y que sus ingresos no son lo que eran.

Todo para un jugador mítico en el aspecto defensivo y que siempre dio mucho de qué hablar por su carácter irascible y extravagante en la pista. Fue expulsado en multitud de ocasiones por provocar a sus adversarios, jugador poco dotado en el aspecto ofensivo pero con una capacidad innata para agarrar rebotes.

Sigue siendo el rey en esa categoría con un récord de siete temporadas consecutivas como el máximo reboteador de la liga. Gracias a esa característica se ganó un sitio entre los míticos 'Bad Boys' de Detroit, liderado por Isaiah Thomas y Joe Dumars, con el 'microondas' Vinnie Johnson como sexto hombre.

Con los Pistons se llevó dos anillos, en 1989 y 1990 antes de jugar en los San Antonio Spurs, donde coincidió con David Robinson y Dalle Ellis. En esa época comenzó a teñirse el pelo y a vivir la vida de acuerdo con sus principios y valores, sin inhibiciones. Y aunque alcanzaron la final contra los Houston Rockets, al año siguiente entró en una operación de canje con el pívot Will Perdue que le permitió aterrizar en los Chicago Bulls.

Junto a Jordan, Pippen y Kukoc, el de Treton, Nueva Jersey, se hizo legendario, conquistando tres títulos y liderando la faceta defensiva con amplitud. Todo ello con contratos millonarios y campando por la NBA como uno de los jugadores más cotizados de su época.

Su estilo de vida errático, con pasos varios por centros de rehabilitación y fiestas continuas, le han llevado a la situación en la que se encuentra, arruinado y sin visos de encontrar una salida. Sus problemas con la Justicia, vista su situación financiera, no han hecho más que empezar.

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