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sábado, 14 de enero de 2012

Ser exclusivo sale caro, pero no importa: caprichos VIP en Punta del Este


Los precios resultan sorprendentes. En Punta del Este la oferta de productos y servicios de lujo, a los que muy pocos bolsillos pueden acceder, es amplia. El balneario recibe y consiente a los turistas de mayor poder adquisitivo.

Es un mundo de pocos, aunque Punta del Este esté lleno. Los que entran en el jet privado, los que llegan a esas carteras, los que ocupan esas habiaciones: son pocos. Para ellos, los pocos, el problema no es el precio, el problema es la exclusividad y eso se traduce a pesos, dólares o euros. Es un mundo vip. Echemos un vistazo.

Un fin de semana vip comienza en un jet privado. Si despega desde Buenos Aires y no hay servicio de abordo, que es lo usual porque a este tipo de cliente les gusta la privacidad, sale US$ 4.200 dólares. Entran seis pasajeros. Si el viaje es desde más lejos el precio varía en función de la distancia. Para hacer recorridos cortos una cómoda alternativa es el helicóptero. Álabe Servicios lo alquila a US$ 650 la hora de vuelo.

Algunos de los turistas exigentes prefieren la locomoción terrestre. El auto Chevrolet Camaro modelo 2012 (8 cilindros, 6.200 cc, 426 caballos de fuerza, 6 cambios, 250 k/h) coupé o convertible es la sensación de este verano en Punta del Este. En esta temporada ya se vendieron varias unidades a US$ 100 míl. En tanto, el año pasado, del modelo anterior, se vendieron cerca de 13.

La oferta de hoteles en Punta del Este puede ser muy exclusiva. Pero entre lo más selecto en José Ignacio está Estancia Vik, una casona de ambientación artística y perfil ecofriendly. Allí hay solo 12 habitaciones de tres categorías. Cuestan entre US$ 1.000 y 1.450 la noche.

Lo más vip, de todos modos, lo ofrece el Hotel Conrad. La Suite Conrad une los pisos 16 y 17, son 600 metros cuadrados y una terraza en 180 grados con jacuzzi con vista a la playa Brava, a la Mansa y a la Isla Gorriti. Su costo es de US$ 7.500 por noche y habilita a recibir platos gourmet del restaurante del hotel las 24 horas del día.

PASEOS. Las actividades vip pueden ser varias. Hagamos dos recorridos. El primero es una tarde de playa. En arenas exclusivas, por supuesto. La Caracola es el único parador que se inscribe entre lo más selecto de la península. Tan así que hoy agenda con cinco días de espera. Tras abonar US$180 se puede disfrutar de un día de playa.

Geográficamente, el parador está instalado en uno de los brazos de la Laguna Garzón, en Rocha. Pero su clientela llega desde el otro lado de la ribera transportada en una balsa privada. Se admiten hasta siete grupos por día y nunca más de 50 personas a la misma vez. Carpas, camas y toallas, y hasta un guardavidas privado, son los complementos del servicio gastronómico que incluye aperitivo, almuerzo y merienda.

El segundo paseo de lujo es una tarde de compras. En el distrito de la moda de Punta del Este, en la Calle 20, se pueden encontrar algunas de las marcas más codiciadas a nivel internacional, como Fendi o Louis Vuitton. En Fendi se ofrecen carteras a US$ 5.000, son las más caras. De esas se vende una por temporada. En Vuitton, roja y de cuero, la cartera más cara sale US$ 4.100 dólares. Para los amantes de las joyas más exquisitas en la joyería Giovanna di Firenze se ofrecen anillos de hasta 20 mil dólares. Otra compra de lujo son los caballos y el rango de precios llega hasta los Us$ 30 mil.

Luego, para relajarse nada mejor que una tarde en el spa. En el Spa Fasano, en la zona de La Barra, el menú de tratamientos es muy amplio e incluye desde limpiezas faciales a rituales de desintoxicación. El baño Cleopatra, por ejemplo, es un ritual afrodisíaco inspirado en los hábitos de la princesa egipcia. Dura dos horas y media y cuesta US$ 370. Otro secreto traído del antiguo Egipto es la olivoterapia (US$ 480) que realza la bellezade la piel y la protege del calor y el frío. El Spa también ofrece programas de varios días que incluyen alimentación, relax y ejercicio a US$ 3.500 o 6.500 según la duración.

Se cierra la puerta. opciones están a la vista, y Punta del Este conjuga belleza con la oferta más lujosa para quien venga a buscarlo.

Las cifras

7.500 Es el precio en dólares de una noche en la Suite Conrad, la más lujosa del hotel, con 600 metros cuadrados y jacuzzi.

20.000 Son los dólares que llegan a valer anillos de lujo en exhibición en una joyería argentina, ubicada en la península.

Alquilar una mansión: us$ 15 mil por día

En lo que refiere a las construcciones para alquilar, hay opciones dignas de un Rey en el Este. En la zona de José Ignacio, Terramar alquila una propiedad frente al mar, con una "master suite" más otras dos habitaciones, amplia área de recepción, una gran piscina, tres bungalows de estilo tailandés para dos personas cada uno, casa de huéspedes con cuatro habitaciones, sistema de sonido envolvente en toda la propiedad, cancha de tenis, cabaña privada de playa, spa y sauna por unos US$ 15.000 diarios.

Además, por la misma cifra se puede llegar a alquilar una chacra entre La Barra y José Ignacio, en la exclusiva zona de chacras marítimas de La Boyita. Son 25 mil metros cuadrados de terreno y una casa de 1.276 metros cuadrados. Tiene cinco dormitorios en suite, amplio living y comedor y está rodeada de galerías y terrazas, con parrillero y pileta. Tiene un área de servicio independiente con casa para los caseros y galpón.

Opciones para los paladares de lujo

En materia gastronómica quien se destaca en exclusividad es La Bourgogne, ubicada en la calle Pedragosa Sierra. Allí la carta de vinos ofrece Chateaux Petrus de 1982, una botella de fama mundial, a un valor exacto de US$ 17.000. Si es de la cosecha de 1993 su precio desciende a US$ 7.000. Todavía nadie probó ese elixir, pero sí se consumen varias de US$ 950. Hace pocas noches, un comensal que se vio fascinado por la calidad del vino, pidió dos. Las que tienen ese valor son botellas francesas de la región de Bourgogne. Pero también hay vinos de España, Italia, Argentina, Chile y Uruguay.

PLATOS. La carta de vinos del restaurante hace buen maridaje con sus exquisitos platos, tanto en sabor como en precio. La langosta, el plato más caro, se acompaña de arroz cremoso con tinta de calamar y legumbres de la huerta de Jean Paul Bondoux, el dueño del reconocido establecimiento. Ese plato se vende a $ 2.000. Las preparaciones más clásicas, como las hojas de repollo crespo rellenas de langostinos con manteca de cítricos, cuestan $ 1.500. En tanto, el valor de un menú promedio para una persona asciende a US$ 200, eso sin considerar el vino. Aparte de las legumbres y las especias, el establecimiento produce su propio pan, con estilo francés.

FASANO. Otro lugar que surge entre los destacados por el nivel de su alta cocina es el Restaurante Fasano, ubicado en el complejo del empresario brasileño de mismo nombre, en la zona de La Barra. Allí, un menú promedio cuesta US$ 110. Sin embargo, lo más exclusivo en su carta es la entrada de caviar uruguayo con blinis, por US$ 365. En este restaurante hay lugar para 120 clientes y por las noches la lista de espera, por lo general, llega a las 50 personas.

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