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lunes, 26 de diciembre de 2011

Dos planetas 'quemados' por una estrella moribunda


El Sol está a la mitad de una larga vida que, según todas las predicciones, acabará cuando, dentro de unos 5.000 millones de años, se convierta en una gigantesca estrella roja. ¿Qué pasará con los astros que la orbitan, sobre todo con la Tierra? El hallazgo de dos planetas totalmente 'fritos', de un tamaño similar al nuestro, y en torno a una estrella moribunda, podría ayudar a encontrar la respuesta, según los astrónomos que han localizado este sistema planetario.

Los investigadores, dirigidos por el francés Stephane Cahrpinet, utilizaron los datos obtenidos por el telescopio espacial Kepler, un cazador de planetas de la NASA que ha logrado detectar ya miles de posibles candidatos que los astrónomos tienen que confirmar posteriormente. El Kepler detecta variaciones mínimas en el brillo de las estrellas que se repiten y que indican que, cada cierto tiempo, un planeta pasa por delante, y lo hace evitando las interferencias de la atmósfera terrestre.

Con este sistema, se detectó que la estrella KIC05807616, una subenana de tipo B, tenía dos planetas orbitándola. "Son estrellas que han evolucionado a gigantes rojas de manera acelerada y extrema, ya han consumido casi todo su hidrógeno y están quemando helio. Si aún no hubiera evolucionado, y fuera similar al Sol, su luz y su temperatura serían mucho mayores que la de éste", explica Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional. Los dos planetas se encuentran muy cerca de esta estrella muerta, unas 100 veces más cerca que la Tierra del Sol, y curiosamente tienen una masa muy parecida a la de nuestro planeta.

Pérdida de atmósferas

Por lo que se sabe hasta ahora, cuando una estrella se acerca al final de su vida, se hincha y sus ardiente exterior acaba tragando a los planetas más cercanos y los que estaban más lejos, se acercan y pierden su atmosfera totalmente debido al calor. Estos dos planetas, según los astrónomos, puede que se hundieran en la misma estrella, a la que llegaron a afectar de forma que perdió parte de su capa exterior, pero sobrevivieron al evento.

Después de aquello, quedaron como planetas rocosos, con temperaturas que alcanzan los 9.000º C. "Realmente no sabemos lo que ocurrió y lo que defienden en 'Nature' es sólo una hipótesis", recuerda Rafael Rebolo, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Su equipo ya publicó, en la misma revista, en 2001, que había material planetario que caia en las estrellas.

"En este caso, los planetas que han visto pueden ser el equivalente a nuestros Júpiter y Saturno cuando el Sol queme su combustible", apunta el astrónomo.

De hecho, los autores del trabajo apuntan que "estamos viendo nuestro futuro".

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