Imagine a una estrella de rock y traslade esa imagen al mundo de los roedores. Un grupo de investigadores de la Universidad de Florida (EEUU) ha demostrado que unos ratones tropicales cantarines de la familia de los cricétidos, también conocidos como 'Scotinomys teguina', cantan para conquistar a las hembras.
No cabe duda de que su trino puede resultar bastante irritante, al menos para los humanos. No obstante, para estos machos roedores, se trata de su arma de seducción más eficaz. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado este reciente estudio publicado en 'Animal Behavior' en el que se ha estudiado a más de 100 ratones capturados en Costa Rica.
Los investigadores quisieron averiguar si los andrógenos, las hormonas sexuales de los machos, influyen en la calidad del canto de estos ratones. A algunos les implantaron más hormonas masculinas, mientras que a otros los castraron. Los machos con más hormonas cantaron con más rapidez y utilizaron un repertorio de frecuencias más variado que el de los machos castrados. Lo curioso es que las hembras detectaron la diferencia.
El papel de los andrógenos
Según los expertos, es posible que los andrógenos influyan en la musculatura de la mandíbula y en el diafragma, afectando la rapidez del movimiento de la boca y la respiración. Bret Pasch, el investigador que ha liderado este estudio, afirma que nunca antes se había estudiado el papel de estas hormonas en la modulación de las canciones.
Los científicos sugieren que es posible que el canto del macho actúe como un indicador de calidad genética para las hembras, de tal manera que el macho cuyo trino es más sonoro indicaría que podría ser un buen padre. En los humanos también se produce un fenómeno similar. Un estudio de la Universidad Rutgers demostró que las mujeres asociaban los hombres con mejor simetría corporal a estabilidad emocional. Alcanzaron esta conclusión tras fijarse en su forma de bailar.
Bret Pasch explica que lo que define una 'gran actuación' es "con qué rapidez los machos repiten las notas incluso manteniendo un amplio campo de frecuencias para cada nota". Además, añade que las hembras parecen "decantarse por el macho que mejor cante".
Trinar y aplaudir
Sin embargo, el trino de 'Scotinomys teguina' también conoce ciertas limitaciones biomecánicas. En otras palabras, cuanto más rápido trine, más bajo será el campo de frecuencias de cada nota. Pasch lo compara al acto de aplaudir. Cuanto más lento lo hagas, más alto sonará cada aplauso porque tienes tiempo para separar tus manos generando poder. Si aplaudes más rápido, ocurrirá lo contrario.
Para concluir que las hembras prefieren a los machos cuyo canto es más sonoro, los expertos seleccionaron una canción 'normal' de un ratón y la manipularon electrónicamente para introducir más notas por segundo. Así crearon una canción que, según sus hipótesis,atraería a las hembras más que una canción normal.
A posteriori, aislaron a una hembra 'Scotinomys teguina' a la que hicieron escuchar las grabaciones a través de unos altavoces. Tuvieron que quedarse boquiabiertos al ver cómo se acercaba al altavoz y se sentaba frente a él, como si de él fuese a salir un atractivo 'macho virtual'. El experimento, por lo tanto, confirmó de manera contundente el papel crucial de las 'serenatas' del macho en la seducción de las roedoras.
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