Hoy se cumple un año del ataque terrorista contra la Flotilla de la Libertad que transportaba 10,000 toneladas de ayuda humanitaria para la franja de Gaza, bloqueada ilegalmente por el gobierno sionista de Israel, y que estaba conformada por seis embarcaciones con 633 internacionalistas a bordo provenientes de 37 países. En ese ataque, los agresores, fuerzas de élite sionistas, asesinaron a 9 personas de origen turco, además de provocar heridas, algunas graves, a alrededor de 40 personas, y se cuentan algunos desaparecidos, con razones para pensar que también fueron asesinados. Los heridos fueron trasladados a Israel, de donde se liberaron y repatriaron a poco más de la mitad, argumentando que las condiciones de salud del resto impiden su traslado.
Es interesante hacer un balance de las consecuencias de ese ataque terrorista a un año de ocurrido.
Lo primero que se resalta es que, lejos de doblegar los ánimos de la comunidad internacional por apoyar al pueblo de Palestina, se produjo un efecto multiplicador en el mundo entero. En efecto, si bien había un creciente movimiento de solidaridad, lo cierto es que, de haber llegado la ayuda a su destino sin incidente alguno, se habría causado una gran alegría al pueblo gazatí y se habrían colmado los corazones de los internacionalistas y del pueblo gazatí de amor y solidaridad, pero posiblemente después de eso no se habrían dado mayores resultados en cuanto al crecimiento del apoyo a Palestina en su justa lucha. Sin embargo, el ataque de los terroristas sionistas provocaron el crecimiento de los movimientos de solidaridad y el nacimiento de otros nuevos. En lo personal, reconozco que, aunque seguía distantemente las noticias relacionadas con Palestina, nunca me había involucrado en su causa ni me había informado adecuadamente de la situación. Me consta que esa misma situación la compartimos muchos de quienes nos hemos sumado a la lucha por la liberación de Palestina a partir del 31M y que hemos conformado colectivos solidarios con el pueblo palestino.
Lo segundo es que a poco menos de un año de ese trágico acontecimiento, se logró lo que hasta hace poco parecía muy difícil, si no imposible: la reconciliación nacional palestina. Y es que desde el triunfo en las urnas de Hamas, las fuerzas de ocupación sionistas y sus aliados yanquis se dieron a la tarea de descalificar un proceso electoral que seguía las reglas que ellos mismos le impusieron al pueblo palestino y a crear una creciente división interna. Ahora, como resultado de la participación popular que así se los demandó, las principales facciones políticas palestinas han llegado a los primeros acuerdos para la recomposición nacional, dejando de lado sus diferencias en favor del pueblo.
Otro punto destacable es que se aceleró el proceso de reconocimiento del Estado Palestino en el mundo entero. Ahora son más de 130 los países que avalan al Estado Palestino con las fronteras de 1967 y exigen la desocupación inmediata de los territorios de Gaza y Cisjordania, el desmantelamiento de los ilegales asentamientos en estos territorios y la garantía para el inmediato retorno de los desplazados. Existen también iniciativas populares en otros países que aún no se suman a este reconocimiento, para exigir a sus gobiernos que lo hagan ya.
Es destacable el descrédito israelí en el mundo entero, debido a sus propias acciones, que han puesto en evidencia su chantaje emocional manipulando hechos históricos innegables y abominables, pero convirtiéndolos en botín político exclusivo y usándolos para agenciarse impunidad y descalificar cualquier intento por denunciar sus propios actos de exterminio.
Finalmente, saludamos el valor de los soldados israelíes que se han atrevido a denunciar las acciones que son obligados a cometer, primero de manera anónima, pero ahora también, dando sus nombres, aún sabiendo que eso les puede costar la persecución y/o el aislamiento social.
A pocas semanas de que zarpa la nueva Flotilla de la Libertad II con rumbo a Gaza, invitamos a todos para que se mantengan atentos a la información de este nuevo capítulo internacionalista, a apoyar en lo que puedan y a denunciar cualquier acto cometido por el sionismo en todos los foros que estén a su disposición, creando otros cuando así sea necesario y sumándose a esta noble y digna lucha por la libertad, no solo de Palestina, sino de todos los pueblos del mundo, pues la guerra de la ocupación sionista en Palestina, es la misma que vemos, con otros nombres, en otros lugares del mundo, pero siempre con el mismo interés de despojar a los pueblos de sus riquezas, de sus territorios, de su historia, de su ser.
Vivan en nuestros corazones los mártires Cengiz Akyüz, Ibrahim Bilgen, Ali Haydar Bengi, Furkan Dogan, Cevdet Kiliçlar, Çetin Topçuoğlu, Fahri Yaldiz, Necdet Yildirim y Cengiz Songür.
¡Viva Palestina libre!
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