La ministra de Agricultura alemana, Ilse Aigner, ha defendido la gestión de la epidemia causada por la agresiva bacteria 'E. coli', que las autoridades sanitarias del país atribuyeron en un principio, de forma errada, a pepinos españoles.
"Sí se encontraron agentes patógenos en pepinos españoles. Por eso había que lanzar una alarma rápida, en cumplimiento de las normativas europeas", dijo la política cristianodemócrata en el canal ZDF.
Aigner elogió a las autoridades sanitarias de Hamburgo, foco del brote, y sostuvo que "actuaron realmente bien".
La responsable de Salud de Hamburgo, Cornelia Prüfer-Storcks, anunció la semana pasada que la bacteria había llegado a Alemania a través de pepinos importados de Andalucía.
Este martes, sin embargo, confirmó que el agente patógeno detectado en los pepinos no coincide con el causante de la epidemia, que ya dejó 15 muertos. Al mismo tiempo, Prüfer-Storcks subrayó que las verduras sí estaban infectadas con la bacteria.
Pese a que los pepinos analizados no contenían la variante que se ha encontrado en las heces de los pacientes, Prüfer-Storcks considera que tenían que ser sacados del mercado por representar un peligro sanitario.
"Estos pepinos tenían que ser sacados del mercado y si allí se siguen produciendo pepinos que contienen 'E. coli' entonces el Estado español tendrá que actuar", dijo la responsable de Sanidad de Hamburgo.
"Si yo fuera ministra de Agricultura en España trataría de averiguar cómo ha llegado la 'E.coli' a pepinos españoles", agregó la política socialdemócrata.
España criticó duramente la política informativa seguida por las autoridades alemanas y reclamó indemnizaciones por las enormes pérdidas que la crisis generó en su agricultura.
Se estima que la alarma desatada en Alemania ocasiona pérdidas semanales por 200 millones de euros (280 millones de dólares) y pone en peligro 300.000 puestos de trabajo en el campo español.
Aigner admitió que la búsqueda del origen de la epidemia vuelve a comenzar desde cero en Alemania. "No se puede descartar nada", concluyó.
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