De prosperar un proyecto de ley que ingresa hoy al Parlamento, los uruguayos se podrán casar frente a un cura y un escribano, en una doble ceremonia que conjura lo civil y lo religioso.
Tal posibilidad está contemplada en la iniciativa que el diputado nacionalista Pablo Iturralde presentará en las próximas horas y que tiene como eje central que los escribanos puedan celebrar matrimonios, una actividad que en la actualidad solo pueden llevar adelante los oficiales del Registro Civil y, en el interior del país, los jueces de Paz.
Este proyecto de ley ingresará en un momento en el que se desarrolla en el Registro Civil una serie de paros por reivindicaciones salariales, lo cual está afectando el desarrollo de los matrimonios.
Según los últimos datos oficiales, cada año se realizan 10 mil casamientos a nivel nacional.
Iturralde explicó que "el proyecto de ley apunta a facilitar la celebración de matrimonios, para que se efectúen en entornos familiares íntimos y adecuados, garantizando las seguridades jurídicas establecidas en las normas vigentes". Actualmente existen normas por las cuales se facilitan los matrimonios en el hogar, por ejemplo con la presencia del juez de Paz, pero no es algo habitual. El legislador sostiene que para "quienes hoy optan por dar el paso del matrimonio, formalizar una relación de pareja, es un momento de gran trascendencia", por lo cual se debe pensar en mecanismos que faciliten su concreción. La celebración del matrimonio en presencia de un escribano público propicia, según el diputado blanco, "un grado de intimidad y familiaridad adecuado para estas ceremonias".
"El vínculo del escribano con el conjunto del entorno familiar hace del evento una instancia más personal, cálida y adecuada a las circunstancias concretas de la pareja contrayente", reza el proyecto de ley en su presentación.
A la vez, ingresa en el tema más conflictivo, la elección de la fecha.
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