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domingo, 12 de diciembre de 2010

El recorte del gasto farmacéutico desata una oleada de despidos

La suiza Roche, la francesa Sanofi-Aventis, la norteamericana Abbott, la alemana Bayer... El goteo de multinacionales farmacéuticas que anuncian recortes de plantilla o cierres en sus sedes en Cataluña, donde se concentra más de la mitad de la producción farmacéutica española, ha encendido la alarma en el sector. Solo los planes de las tres primeras compañías supondrán dejar a 417 personas a la calle y cerrar dos centros de trabajo en Barcelona.

La patronal Farmaindustria interpreta estas retiradas como los primeros golpes del gran batacazo que sufrirá el sector por los dos decretos aprobados este año por el Gobierno central para recortar en 2.800 millones de euros la factura sanitaria. Aun así, los despidos planteados por estas multinacionales forman parte de los planes de ajuste globales para compensar la caída de ingresos en los principales mercados europeos y EE UU.

Entre las medidas del Gobierno figuran la rebaja del 7,5% del precio de los medicamentos con receta y la reducción en más de un 20% de los precios de referencia. Farmaindustria ha cifrado el impacto de ambos "decretazos" en unas pérdidas globales de 2.100 millones para las compañías y en la destrucción de 5.000 empleos directos y 15.000 indirectos a corto plazo. En Cataluña los daños se prevén especialmente graves. Las cuentas de las empresas ya los están acusando, pero por ahora solo las multinacionales han decidido paliarlos recortando plantillas o cerrando sus centros de Cataluña.

Todavía se desconoce cómo se concretarán los cierres que han planteado las multinacionales, que se enmarcan en planes de reorganización de estas compañías a nivel internacional. El grupo Roche ya ha confirmado que cerrará sus oficinas de Barcelona de la división dedicada a medicamentos, donde trabajan 54 personas, para concentrar su actividad en Madrid. La francesa Sanofi-Aventis, por su parte, está negociando un ERE que podría afectar a 227 trabajadores de sus distintas fábricas en España. La peor parte se la llevará Cataluña, donde la compañía tiene sus servicios centrales. La empresa achaca a los "decretazos" del Gobierno los despidos en España: "Nuestra compañía es una de las farmacéuticas más directamente afectadas por estas medidas legales para restringir el gasto sanitario".

Por último, Abbott, de capital norteamericano, tiene planeado cerrar sus oficinas de Barcelona, donde trabajan 136 personas. A esta oleada se suma la alemana Bayer, que amenaza con suprimir 4.500 empleos en todo el mundo. La firma químico-farmacéutica no ha precisado el impacto del ajuste sobre los 2.300 empleados que tiene en España. Aunque su sede central española está en Sant Joan Despí, el sindicato CC OO confía en que los despidos de Bayer en Cataluña sean mínimos.

A diferencia de multinacionales foráneas que optan por ajustes duros, las empresas catalanas han decidido reducir gastos y volcarse en el mercado exterior. Son, sin embargo, los laboratorios medianos y pequeños, que no tienen tanta capacidad de exportar, los que peor lo están pasando. Según la patronal Pimec, los ajustes anunciados por las multinacionales en Cataluña desalientan al sector.Si las compañías extranjeras optan por ajustes duros, la mayoría de las catalanas, que son sobre todo familiares, se resisten a sacrificar empleos y tratan de compensar las pérdidas que les causa el tijeretazo del Gobierno reduciendo gastos o, en el caso de las grandes compañías, intentando fortalecer su negocio en mercados extranjeros. En esta estrategia han confiado Esteve, Grifols, Almirall y Ferrer Internacional, las más poderosas firmas farmacéuticas de capital catalán.

"Nos vemos obligados a hacer malabarismos para contener el gasto y no tener que tomar medidas más drásticas", aseguran fuentes de Esteve. Con 3.000 empleados en todo el mundo, la compañía, de la familia Esteve, cree "difícil" cerrar este año con los cerca de 1.000 millones de facturación previstos, puesto que sus cuentas "se ha resentido ya" de las medidas de recorte del gasto sanitario. El mercado exterior es la alternativa. Esteve tiene en el extranjero el 50% de su negocio, un porcentaje que quiere elevar al 66% en cinco años.

La cotizada Grifols también ha apostado por la internacionalización. Sus ventas en el extranjero suponen más del 75% de los ingresos de la compañía. Eso, según la firma, ha permitido "minimizar los efectos de la crisis española sobre el negocio del grupo". Sin embargo, la compañía quiere dejar clara su "apuesta por este país, extensible a los trabajadores".

Kern Pharma asegura que las medidas del Gobierno "afectan gravemente a las cuentas" de la empresa, aunque cerrará el año en positivo, puesto que esta sociedad de Terrassa está especializada en genéricos y le ha beneficiado el vencimiento de patentes de fármacos de gran consumo.

Almirall, Uriach y Ferrer Internacional se niegan a hablar de sus planes, pero tanto la patronal como los sindicatos sostienen que su estrategia consiste en contener el gasto y buscarse la vida en los mercados exteriores. No figura entre sus planes inmediatos la eliminación de empleos, aunque alertan de que en un futuro pueden verse obligadas a hacerlo.

La misma advertencia lanzan las pequeñas farmacéuticas catalanas, menos capacitadas "para digerir dos rebajas consecutivas de precios en un año". Según la patronal Pimec, la mayoría de los pequeños y medianos laboratorios van a cerrar este año con una fuerte caída de ingresos, pero "se las ingenian como pueden para no tener que realizar ajustes de plantillas". "Por el momento, estamos aguantando. El año que viene no sé si podremos", asegura Lluís Bahamonde, vicepresidente de Pimec y propietario de dos empresas farmacéuticas, Sumol Pharma y Laboratorios Asol, SL.

Salvador López, responsable de acción sindical de la federación de industrias químicas de CC OO, no cree que en un futuro inmediato las industrias de capital nacional sigan los pasos de las multinacionales, aunque muestra su preocupación por la posible repercusión que a corto plazo los decretos del Gobierno puedan tener sobre las inversiones en I+D. En este ámbito, Cataluña concentra más de la mitad de los empleos de España. De hecho, ya se ha presentado un ERE que afecta a 53 trabajadores en la biotecnológica Palau Pharma, participada por Uriach.


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