La iniciativa fue presentada por el senador Oscar López Goldaracena (Frente Amplio), y fue abordada el pasado martes 20.
"Se trata de reconocer una realidad en cuanto a la disolución del vínculo matrimonial. En la actualidad, se está recurriendo a los juicios por causal, especialmente invocando riñas y disputas, cuando todos sabemos que se tiene que forzar el concepto, se necesita conseguir testigos que hablen de desavenencias en el matrimonio, el juez debe ser complaciente y no tiene que haber oposición del otro cónyuge", expone López Goldaracena. Para el legislador "llegó el momento de modernizar el procedimiento, es decir, nuestro Código Civil. Yo no hablaría de mutuo consentimiento o de sola voluntad, sino de un proceso de disolución matrimonial, no como contienda sino esencialmente por la voluntad coadyuvante de los cónyuges, o sea que sería un procedimiento judicial funcional para ambas situaciones".
En ese sentido, "tenemos que solucionar algunos problemas prácticos. Por ejemplo, en el caso del divorcio por la causal de mutuo consentimiento, cuando no se presenta una de las partes, hoy el trámite cae; proponemos que se dé la posibilidad de que continúe.
Asimismo, se habla de un procedimiento funcional y especial en el caso de que una de las partes promueva el procedimiento y luego no concurra a la audiencia de comparendo, pero sí asista la otra parte y manifieste su interés en divorciarse porque algo está funcionado mal". Según López Goldaracena, "se trata de reconocer que cuando la base afectiva o espiritual que importa el matrimonio como unidad de vida de alguna manera fracasa, se pueda brindar un mecanismo que sea ágil y dé garantías a ambas partes.
Por eso estamos proponiendo este sistema y, al mismo tiempo, estableciendo que además de los requisitos tradicionales de guarda, tenencia y pensión alimenticia, se incorpore lo relativo a quién permanecerá en el hogar conyugal y se disponga provisoriamente alimentos para la mujer o el hombre, llegado el caso, como una garantía. De todos modos, esto no implica que se terminen los juicios por causal porque, en los hechos, se podría recurrir a ellos.
Obviamente, este divorcio concluiría mucho más rápidamente y se desestimularía recurrir a causales falseadas. A la vez, las que requieren juicios se dejarían más para supuestos de responsabilidad que para supuestos de disolución del vínculo matrimonial.
Es notorio que estamos ante dos cosas diferentes, aunque en la época en que se legisló, evidentemente, no se podía tener en cuenta la realidad actual".
No hay comentarios:
Publicar un comentario