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domingo, 6 de junio de 2010

La garra charrúa en tierra de leones: llegó ayer a Sudáfrica la celeste a su encuentro con la historia

La Selección de Uruguay en viaje chárter arribó ayer por la noche a una ciudad pequeña en medio de Sudáfrica, Kimberley, en la que fue recibida a lo grande por decenas de aficionados locales, orgullosos de ser parte del Mundial.

Kimberley, a unos 460 kilómetros al suroeste de Johannesburgo y con 157.000 habitantes, tiene al igual que Uruguay en fútbol una historia grande, por ser un otrora centro minero.

Pero su presente, como el del seleccionado uruguayo, no es tan brillante, con una economía pequeña, una población mediana y un aeropuerto más chico aún. Adornado con innumerables banderas de Uruguay que cuelgan de todas partes, el típico aeropuerto de provincia se vio sacudido por el ruido de los habitantes locales que llegaron a recibir a los celestes.

No eran muchos, sumarían unos 90 los que resistieron el frío hasta la hora de la llegada de Uruguay a las 21.30 local con 12 horas de retraso, pero se hicieron sentir como 9.000 con sus "vuvuzelas" (trompetas) y sus danzas de bienvenida adaptadas para la ocasión.

"Eran canciones originarias de las iglesias que fueron adaptadas para recibir a las personas", dijo Gordon, en tanto se contorneaba y coreaba "bienvenido Uruguay".

La presencia del seleccionado en la ciudad es todo un acontecimiento para personas que hasta hace poco difícilmente ubicaban al pequeño territorio sudamericano en el mapa.

"Esperamos a Uruguay desde la mañana", dijo un eufórico Kenneth rodeado de toda su familia. "Fuimos a almorzar y regresamos".

Muchos en Kimberley, cuya producción de diamantes no es tan brillante como otrora, esperan que la presencia de los celestes ayude a mejorar la economía y a olvidar que no habrá partidos mundialistas en la zona.

"Es muy bueno para nuestra provincia porque no tenemos partidos aquí. Nos ayudará mucho", explicó Martin Mohosh, encargado de seguridad del aeropuerto.

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