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viernes, 19 de septiembre de 2014

El Parlamento catalán aprueba la ley para convocar la consulta del 9-N

El Parlamento catalán ha aprobado esta tarde por 106 votos a favor y 28 en contra la ley de consultas no refrendarias que permitirá a Artur Mas convocar el referéndum sobre la independencia del 9 de noviembre. Tal y como estaba previsto, han votado a favor los diputados de CiU, Esquerra, PSC, Iniciativa per Catalunya y la CUP, que representan el 78,5% de la cámara. PP y Ciutadans se han opuesto a la norma.
La aprobación de la ley culmina la hoja soberanista de Artur Mas y desde esta tarde ya dispone del amparo legal para firmar el decreto de convocatoria de la consulta. El texto dispone que la ley entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat. La fecha en la que se cumplirá este requisito sigue siendo una incógnita, pero se da por hecho que no sucederá la tarde de esta viernes, sino a partir del lunes.
Según el articulado de la ley, desde la fecha de convocatoria de la consulta hasta su celebración ha de transcurrir un mínimo de un mes y un máximo de dos. Es decir, Mas tiene tiempo hasta el 9 de octubre para convocar la consulta, pero se da por hecho que la publicación de la ley y el decreto de convocatoria serán conjuntas, para no dar tiempo a que el Gobierno la recurra y su suspensión por parte del Tribunal Constitucional no permita firmar el decreto de convocatoria.
La ley ha sido aprobada después de casi un año de trabajo de una comisión parlamentaria en la que no ha participado Ciutadans. El dictamen fue aprobado el pasado 16 de julio yavalado por cinco votos a cuatro por el Consejo de Garantías Estatutarias, el equivalente al Consejo de Estado español. En el debate parlamentario de esta tarde no ha habido sorpresas y los partidos han defendido los posicionamientos a favor y en contra de la ley que ya habían defendido en los últimos meses. Todas las enmiendas presentadas en la sesión de esta tarde han sido rechazadas.
Josep Rull, de Convergència i Unió, ha asegurado que se trata de "una ley concebida en la profundización democrática" y ha asegurado que su partido "no pretende que el Parlamento pierda ninguna función". En su opinión, "no es solo una ley para el 9-N pero es también la ley para el 9-N" y ha arremetido contra el PP. "Los que combatieron la Constitución española, ahora pretenden destruirla y no nos dejan votar", ha dicho, y ha cargado contra la actitud del Gobierno, "por amenazar y reunir a los fiscales de Cataluña".
Rull considera que la ley de consultas "encaja plenamente en la Constitución y en el Estatut" y ha pedido al Gobierno que "escuche al pueblo catalán". "No pediremos permiso ni perdón, no es ninguna quimera aspirar a construir nuestro futuro. Ha llegado la hora de la libertad y de la democracia, somos y seremos imparables", ha concluido Rull entre los aplausos de los diputados nacionalistas.
En el mismo sentido, Gemma Calvet (ERC) ha defendido la constitucionalidad de la ley de consultas y ha recordado el dictamen del Consejo de Garantías Estatutarias. En su opinión, la Carta Magna permite el pluralismo político, incluida la independencia de Cataluña y, por tanto, se trata de una "herramienta al servicio de la democracia, no un callejón sin salida". En esa tradición hay que enmarcar la ley catalana. Por eso ha reclamado al Gobierno de Mariano Rajoy que no recurra el texto ante el Tribunal Constitucional. "Queremos que respeten nuestra ley y nuestra consulta, la queremos hacer el 9 de noviembre y no hemos de pedir permiso", ha añadido.
El presidente catalán no ha aclarado cuando firmará la convocatoria de la consulta
Ferran Pedret, en nombre del Partit dels Socialistes (PSC), ha insistido en el posicionamiento que ha mantenido su partido durante la tramitación de la ley: es un elemento de profundización de la democracia pero no puede servir para amparar la consulta soberanista. "Sí a la ley como elemento para consultar a la ciudadanía sobre muchas cuestiones, pero no al referéndum sin amparo legal, porque nos habremos pegado un tiro en el pie", ha dicho el diputado socialista. "Nuestro apoyo a la ley no es un aval ni a la consulta ni ha cómo se ha llevado a cabo el proceso soberanista", ha remachado.
El representante socialista ha arremetido duramente contra el inmovilismo del PP, del que ha dicho que ha resultado "muy útil a la causa independentista" con su obcecación a ofrecer una salida al encaje de Cataluña en España. Pedret ha insistido en que su partido defiende la consulta legal y pactada, como la celebrada ayer en Escocia o los dos referéndums del Quebec.
El Partido Popular ha eludido analizar el contenido de la ley y ha aclarado que sirve para consultar todo pero que no se puede utilizar para hacer un referéndum. Su argumento es que la Generalitat carece de competencias sobre soberanía y lo sintetizó en lo que podía ser casi un lema electoral. "No somos siete millones; somos 47", ha afirmado con vehemencia el popular Santi Rodríguez en alusión a que la soberanía recae en todos los españoles. "Este Parlamento es soberano, claro que sí. ¡Pero solo en lo que tiene competencias!". El diputado ha citado que el 86% de los diputados del Congreso rechazó el 8 de abril transferir a la Generalitat la competencia para el 9-N y lanzó al hemiciclo esta pregunta: ¿Se atreven a decir que esa es una respuesta no democrática o sí?".
El análisis de los populares es que los soberanistas en realidad no quieren consultar nada, sino que ya tienen decidido el desenlace. "¡Se les ve el plumero!", ha dicho Rodríguez, quien ha concluido su discurso lanzando dos mensajes a Esquerra y al PSC. "En democracia las leyes se cambian votando y no desobedeciendo", ha espetado a la bancada independentista. Y, luego, con acritud, ha instado a los socialistas a votar en contra de la ley: "Señor Iceta: Déjese de puñetas y vote que no".
Unas 500 personas, convocadas por la ANC, se concentran frente al Parlament al grito de "Votaremos"
Albert Rivera ha sido el único líder que ha participado en el debate y ha coincidido en algo con los soberanistas: que el conflicto es político y no exclusivamente jurídico. El presidente de Ciutadans ha sostenido que se está disertando sobre valores constitucionales y europeos como los de la solidaridad o la igualdad por encima de cualquier asunto identitario. Y ha reprochado al PP que solo apele a la ley para frenar el conflicto: "Este es un mundo soñado por los independentistas. Tienen que hacer un país atractivo". Rivera ha pronunciado un discurso casi en clave electoral quizá porque está más convencido que nadie de que habrá elecciones anticipadas. "Pido al PP y a los socialistas que se pongan las pilas", ha dicho animándolos.
Frente a esta visión, la portavoz de Iniciativa, Dolors Camats, ha espetado a la bancada popular que el Parlament ha decidido impulsar una consulta porque no se le ha permitido hacer un referéndum. "Los puentes se han roto y la grieta es cada vez más grande. Antes de iniciar cualquier negociación es necesario escuchar a los ciudadanos", ha señalado la ecosocialista, que ha defendido la ley como un instrumento que permitirá potenciar la participación ciudadana en una democracia representativa en cuestión. "Escocia nos ha dado una lección. No han sido independientes porque no han querido. Y eso es democracia", ha remachado.
Quim Arrufat, de la CUP, ha proclamado que esta ley es la única emanada del Parlamento catalán que su partido podrá votar "con satisfacción y orgullo". En su opinión, se trata de una ley "propiedad del pueblo de Cataluña que permite dar voz a la gente". En el mismo sentido, Joan Ignasi Elena, ex diputado del PSC y ahora no adscrito, ha mostrado su apoyo a la ley y a diferencia de sus ex compañeros de partido, cree que sirve de amparo legal para el 9-N.
Los diputados favorables a la consulta se han visto arropados por cientos de personas convocados por la Asamblea Nacional Catalana que, estelada en mano, se han concentrado delante del edificio del Parlament para mostrar su apoyo a la Ley. Tras una pancarta bajo el lema 9N Votarem, los concentrados han lanzado lemas como “Votaremos” , “No nos falléis”.
El presidente Artur Mas ha sido aclamado a su llegada y, tras entrar inicialmente en el Parlament, ha vuelto a salir y se ha acercado hasta los manifestantes tocándose el pecho con cuatro dedos (escondiendo el pulgar) simbolizando la senyera. La popular Alicia Sánchez-Camacho y el portavoz popular, Enric Millo, han sido fuertemente abucheados al llegar al Parc de la Ciutadella. Los dos políticos conservadores han enfilado el camino a la Cámara pero, antes de cruzar el umbral, se han dado la vuelta y se han quedado mirando a los concentrados. Entre los manifestantes había dos banderas españolas de ciudadanos contrarios a la secesión y que finalmente han quedado confundidas con lasesteladas.

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