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viernes, 13 de diciembre de 2013

Referéndum de Catalunya se celebrará el 9 de noviembre de 2014 con una doble pregunta

«¿Quiere que Catalunya sea un Estado?». Si es que sí, «¿quiere que Catalunya sea un Estado independiente?». Esta es la doble pregunta acordada por CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP para una consulta que también tiene fecha: 9 de noviembre de 2014. Los órganos de gobierno de cada partido tendrán que ratificar ahora el acuerdo.
Catalunya ya tiene, antes de lo previsto, pregunta y fecha para la consulta sobre su futuro político. Se intentará celebrar el 9 de noviembre y tendrá una doble pregunta. Primero: ¿Quiere que Catalunya sea un Estado? En caso afirmativo, la segunda cuestión: ¿Quiere que Catalunya sea un Estado independiente? Antes de dar el visto bueno definitivo, los partidos tendrán que ratificar el acuerdo en sus respectivos órganos de de gobierno. Para ello se han convocado reuniones en las próximas horas.
El anuncio lo ha realizado el president, Artur Mas, después de reunirse desde media mañana [de ayer] con las cabezas visibles de los tres partidos favorables al derecho a decidir: ERC, ICV-EUiA y CUP. Acompañado por dos representantes de cada partido implicado, Mas ha agradecido a todos su implicación y su disposición para el acuerdo, asegurando que se ha conseguido un pacto «rápido, discreto y bueno». «La propuesta cubre los dos objetivos principales: que sea mayoritaria e inclusiva, y que sea clara», ha añadido.
Sobre la fecha, Mas ha asegurado que es «la que mejor se adecua al éxito del proceso democrático a seguir», ya que da margen, según ha dicho, para agotar la negociación con el Estado; intento de negociación para el que también han acordado una estrategia conjunta que se pondrá en marcha la semana que viene en el Parlament.
Con esta doble pregunta, los partidos implicados consiguen salvar el máximo escollo que impedía el acuerdo: la exigencia de ERC y CUP de que se preguntase sobre la independencia y la demanda de Unió e ICV-EUiA de consensuar una pregunta inclusiva que dejase la puerta abierta a las opciones federalistas. De esta manera, los independentistas podrán votar explícitamente a favor de la secesión, y los federalistas podrán votar a favor de la primera opción y en contra de la segunda. Eso sí, en detrimento de la claridad, ya que si ganase la primera opción -Estado- pero no la segunda -Estado independiente-, no queda muy claro cuál sería el mandato para la clase política.
Tras Mas han hablado los responsables del resto de partidos, empezando por el presidente de ERC, Oriol Junqueras, que ha agradecido «el trabajo de todos los partidos» y ha considerado que «esta pregunta incluye lo que ERC consideraba imprescindible», aunque ha reconocido que preferían una pregunta «no tan larga como ésta». Por contra, ha explicado que entienden la posición «de otras fuerzas que pedían legítimamente que la pregunta fuese tan inclusiva como fuese posible», por lo que ha dado por buena la pregunta, que ahora tendrá que ratificar la ejecutiva del partido.
El siguiente ha sido el líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, que ha empezado por recordar que lo de esta mañana tan solo es una propuesta de acuerdo, que ahora tendrán que validar los órganos de gobierno de cada partido de la coalición, para lo que han convocado reuniones en las próximas horas. Pese a ello, el ecosocialista se ha mostrado cómodo con el acuerdo alcanzado, ya que «permite sumar desde la transversalidad y permite suscitar una gran mayoría a favor de cambiar la relación con el Estado». «La propuesta consigue lo que parecía imposible: sumar independentistas y federalistas», ha concluido.
También han pasado por el micrófono los diputados de la CUP David Fernández y Quim Arrufat. Este último ha destacado que la manera en que se ha desarrollado la negociación «tiene la virtud de haber conseguido un acuerdo rápido, pero la desventaja de no haber contado con la participación de la sociedad», por lo que ha explicado que en los próximos días habrá que ver cuál es la reacción de la sociedad civil organizada. Pese a ello, Arrufat ha reconocido el principio de acuerdo como «un paso importante al que no se había llegado nunca». «A partir de ahora esto es una cuenta atrás», ha concluido.
Rajoy asegura que "la consulta no se celebrará"
En una rueda de prensa celebrada ayer en Moncloa junto al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, el jefe del Ejecutivo de Madrid se ha aferrado a la Constitución para rechazar la posibilidad de que los catalanes decidan sobre su futuro. «Esta consulta no se celebrará, eso está fuera de toda discusión», ha sido el único argumento esgrimido.

Tampoco ha querido desvelar si estaría dispuesto a aplicar el artículo 155 de la Carta Magna, el que permite al Gobierno central suspender la autonomía. «No voy a entrar en mayores detalles ni a decir qué es lo que vamos a hacer. Me ratifico en que la consulta no se va a celebrar. No se puede negociar ni la unidad de España ni sobernía de los españoles», ha insistido.

«Hemos trabajado por el fortalecimiento de los lazos que nos unen a catalanes y resto de los españoles. Por eso, lamento profundamente iniciativas que fracturan a la sociedad, alientan la división y generan profundas incertidumbres en tiempo que se necesitan certezas», ha afirmado, instando al president de la Generalitat, Artur Mas, a actuar con «responsabilidad» y no cumplir con el mandato mayoritario de la sociedad catalana.

Al margen de la Constitución, el único argumento esgrimido por Rajoy ha sido el de negar la catalanofobia existente en el Estado español. «Eso es falso. O, dicho de otra manera, no es cierto», ha considerado, al hablar sobre el simposio apoyado por la Generalitat titulado «España contra Catalunya». «Los catalanes son una parte fundamental y querida de España», ha reiterado, azuzando el fantasma de las consecuencias que tendría para la población una cita con las urnas. «Trabajaré para que los ciudadanos no se vean perjudicados», ha sentenciado.

En su defensa del «no» a la consulta, Rajoy ha recibido también el apoyo de Van Rompuy, quien se ha declarado contrario a los procesos independentistas y ha mostrado su confianza de que España «permanezca unida». El presidente del Consejo Europeo ha indicado que no era su labor valorar la organización interna de un Estado, aunque ha señalado que, en caso de que un territorio obtenga la independencia, los tratados europeos dejarían de aplicarse, quedando fuera de la Unión Europea. Ha matizado que podría solicitar su ingreso aunque condicionado al aval de todos los miembros, incluido el Estado español.

La rueda de prensa se ha desarrollado también después de que Moncloa rompiese el pacto establecido ya hace una década y que dejaba en manos de los periodistas decidir quién formulaba las preguntas. Hoy ha sido el propio Gobierno español el que ha determinado qué medio podía tomar la palabra. Una maniobra que ha permitido que Rajoy tuviese escrita su respuesta al interrogante sobre el simposio catalán.

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