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sábado, 16 de noviembre de 2013

IDILIOS En el Ministerio de Educación

Montserrat Gomendio, la secretaria de Estado de Educación y actual pareja del ministro del mismo ramo, Montserrat Gomendio, y su marido ya están divorciados, según ha sabido LOC.
La sentencia donde se oficializaba la ruptura entre Gomendio y Eduardo Roldán, investigador del CSIC, fue comunicada a la pareja este mes de septiembre, aunque todavía el Juzgado de Familia número 80 de Madrid tiene que dirimir aspectos esenciales como elreparto de bienes dado que la pareja contrajo matrimonio en régimen de gananciales.
El motivo es que ella se niega a ceder a su ex el 50% del patrimonio que ha acumulado durante los 24 años de matrimonio como establece la Ley. El juez ha abierto una investigación para esclarecer a cuánto asciende la fortuna real de Gomendio, que pertenece a una conocida familia de constructores y que se ha convertido en la mujer más rica del Gobierno con un patrimonio declarado de 14,5 millones de euros, tan sólo rebasada por el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles.
La labor investigadora del juez no será fácil dado que al menos cinco de las 18 empresas donde tiene participaciones Gomendio operan en antiguos paraísos fiscales como Panamá o República Dominicana, lo que podría eternizar aún más una batalla judicial que inició la ex investigadora del CSIC en diciembre de 2012.
Seis meses antes, en junio de 2012, la secretaria de Estado había empezado un affaire extramarital con Wert, una pareja ahora en el ojo del huracán por el recorte de las becas Erasmus. Gomendio no se lo comunicaría a su esposo hasta finales de septiembre, según fuentes cercanas al malogrado matrimonio.
Wert tardaría más en sincerarse con su novia pues no fue hasta noviembre cuando daría la mala nueva a la periodista Edurne Uriarte, que abandonó el inmueble que tenían alquilado.
Wert ya convive con Gomendio y viajó con ella y sus dos hijos a República Dominicana este agosto
La relación entre Gomendio y Wert se fraguó en los pasillos del Ministerio. El titular de Educación no la conocería hasta que un ex compañero del BBVA, donde Wert trabajó como director de relaciones corporativas, la recomendó para el Ejecutivo.
El ya ministro, una vez jurado su cargo, mantuvo tres entrevistas con ella para un puesto inferior, pero sorprendido de sus capacidades decidió hacerla secretaria de Estado a pesar de que no venía apadrinada por ningún primer espada del PP.
Cinco meses después de "compartir horas y horas de despacho", según un asesor del Ministerio, comenzarían una relación que llevaron a escondidas hasta el mes de septiembre de 2012 y que ahora no ocultan en las dependencias del edificio ubicado en la calle Alcalá.
Fue ella misma quien le pidió el divorcio al marido informándole de que había conocido a otra persona, aunque no le desveló una identidad, que Roldán conocería más tarde atando cabos por sus propios medios, según fuentes cercanas al ya fallido matrimonio.. Hasta ese momento y, según las mismas fuentes, la pareja vivía aparentemente "una relación idílica".
Ella no tardaría en abandonar el domicilio conyugal y se mudó a un piso de 200 metros en Joaquín Costa, a nombre de una empresa en la que tiene un 75% de participaciones, y donde convive actualmente con el ministro Wert.
Éste ya conoce a sus hijos y en agosto se fue con todos ellos a una de las propiedades que atesora su novia en la lujosa urbanización de Casa de Campo en República Dominicana.

Ministra en la sombra

Gomendio es, según aseguran desde su gabinete, quien controla los hilos el Ministerio. Todo aquel que trabaja en el edificio sabe cuánto poder ha adquirido la novia del titular del ramo, José Ignacio Wert, desde que se hizo pública su relación.
"Ella tiene un poder que no le corresponde y es fruto de su relación. Va a muchos actos como el Festival de San Sebastián a los que no debería. Toma decisiones de forma unilateral sin consultar a unos técnicos a los que no deja reunirse con Wert", cuenta un ex cargo.
Otra fuente asegura que todo aquel que se ha opuesto a sus criterios está ya fuera del Ministerio y recuerda cómo la directora de Universidades, María Amparo Camarero, fue cesada por oponerse al recorte de becas a pesar de que desde el Ministerio se aseguró que la razón residía en que "se llevaba mal" con los rectores.
"Fue Gomendio quien la cesó por llevarle la contraria", dicen. La directora de comunicación, Margarita Mayoral, por su parte, dimitió cansada de las injerencias de Gomendio en la agenda del díscolo ministro.

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