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lunes, 11 de noviembre de 2013

El asesor de Urdangarin le dijo al notario que la Infanta era el 'escudo fiscal' de Aizoon

La Infanta Cristina participó con su nombre y apellidos en la sociedad familiar Aizoon para servir de "escudo fiscal", según confesó Miguel Tejeiro, cuñado de Diego Torres, al notario con el que habitualmente trabajaban. El fedatario público, Carlos Masiá, intentó sin éxitodisuadirles de la presencia de la hija del Rey.
La Infanta Cristina participó con su nombre y apellidos en la sociedad instrumental Aizoon para servir de "escudo fiscal", aconsejada por el asesor de la trama Nóos. Es decir, con el objetivo de disuadir a la Agencia Tributaria ante una eventual inspección de la entidad que sería empleada para vaciar las arcas del Instituto sin ánimo de lucro Nóos con facturas falsas, y desviar miles de fondos públicos al bolsillo de los duques de Palma.
No en vano, la hija del Rey ha gozado de la consideración de"agujero negro" en el seno de Hacienda. Con esta denominación se refieren los inspectores a aquellas personas, como es el caso de los miembros de la Familia Real española y personajes de enorme relevancia institucional, que se han encontrado exentas de cualquier tipo de inspección tributaria.
La reciente prueba de ello es que, pese a que el Fisco descubrió a nombre de Doña Cristina de Borbón un espectacular incremento patrimonial en forma de 13 fincas rústicas -que aparecieron de pronto en la base de datos como de su propiedad-, jamás fue rastreado de oficio su expediente, como hubiera ocurrido con cualquier otro contribuyente. Con los agujeros negros no salta el ordenador.
La hija del Rey y su marido adquirieron ante notario el 100% de las participaciones de la sociedad Aizoon el 11 de febrero de 2003 a cambio de 3.000 euros, que depositaron en metálico como capital social en una notaría de Esplugues de Llobregat. Según aseguran a EL MUNDO fuentes próximas a la operación, fue Miguel Tejeiro, cuñado del socio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, quien diseñó la constitución de Aizoon por el matrimonio Urdangarin-Borbón, así como quien desveló al notario la razón por la que debía figurar la hija del Rey a toda costa.
Miguel Tejeiro, abogado, MBA por el IESE, asesor fiscal, profesor de esta institución hasta su expulsión al estallar el caso Urdangarin y propietario del bufete de asesoría fiscal Medina Tejeiro (BAF), fue el hombre en quien el presidente del Instituto Nóos y su mano derecha confiaron la vertiente tributaria de la trama y quien tejió en su nombre la telaraña societaria que gravitó en torno a la institución supuestamente benéfica.
Tejeiro está imputado por diseñar el plan para saquear Nóos y evadir el máximo posible de impuestos con los 20 millones obtenidos a través de esta entidad en sus apenas tres años de vida.
Para pilotar la creación de Aizoon, el cuñado de Torres recurrió a un reputado notario barcelonés, Carlos Masiá Martí, al que expuso en varias comidas y conversaciones telefónicas la idea de que Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón querían tener en propiedad una sociedad, que debía explicitar en su objeto social las labores de"consultoría y asesoramiento en gestión de empresas centrados en la realización de planes estratégicos, planes comerciales y dirección de proyectos".

Advertencia del notario

Al comprobar las intenciones de Tejeiro, el notario Masiá advirtió personalmente al asesor fiscal de Urdangarin, Torres y la Infanta, que no era conveniente bajo ningún concepto que la hija del Rey figurase oficialmente en la empresa y mucho menos que tuviera un cargo en la misma. Y es que, por ejemplo, a la hora de presentar las cuentas anuales, la Infanta acabó ejerciendo de secretaria de la Junta de Socios al mismo tiempo que su marido era el presidente.
El fedatario público arguyó que, teniendo en cuenta "la posición institucional" de Doña Cristina, no tenía ningún sentido que participara en una empresa de estas características. "Si el día de mañana se produce una suspensión de pagos o un desfalco, la Infanta se encontrará con un problemón que estamos en condiciones de evitar a tiempo", alertó Masiá.
Tal y como aseveran las mismas fuentes, la respuesta de Tejeiro, supuestamente tras consultar con los interesados, fue tajante: "Tiene que ser así porque la Infanta hará de escudo fiscal". Eso sí, el notario sugirió a Tejeiro que fuese ampliado el objeto social de la empresa para que tuviera algún tipo de lógica la presencia de la hija del Rey. De ahí que se añadiera a continuación que la empresa se dedicaría también a "la compraventa y arrendamiento de bienes inmuebles".
Lo que sí que consiguió Masiá Martí fue disuadir a Tejeiro de introducir en la entidad a los hijos del matrimonio, que fue otra de las propuestas realizadas por el cuñado de Torres. Eso sí, con la hija pequeña del Rey no hubo manera. Su presencia era innegociable.

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