Suiza ha expresado un respaldo mayoritario a su peculiar modelo de
defensa: un servicio militar obligatorio que convierte en potenciales
soldados a todos los jóvenes del país y les permite guardar un arma en
casa. El referéndum convocado para decidir sobre el futuro del sistema
ha arrojado un abrumador 73% favorable a un esquema que obliga a todos
los hombres de 20 a 32 años a recibir formación militar y a guardar un
arma en casa. Los suizos ahondan así en una de las muchas paradojas que
los definen, en este caso la de considerarse un país neutral y pacifista
y, sin embargo, mantener un importante compromiso militar.
El Grupo para una Suiza sin Armas, formado principalmente por
socialistas, verdes y feministas, había pedido el referéndum para
sustituir el actual modelo obligatorio por otro voluntario, además de un
pequeño Ejército profesional. En la actualidad ya existe una tropa
profesionalizada (2.650 profesionales), pero el grueso de la fuerza
militar reside en los 155.000 ciudadanos que deben completar una
formación militar que se actualiza cada año, con ejercicios de tiro
incluidos. Ese colectivo supone el 60% en edad y condiciones de formar
parte del Ejército. El resto de los jóvenes optan por un servicio civil
sustitutorio o acceden a pagar el 4% de su salario para librarse del
servicio militar.
El Gobierno federal había pedido el mantenimiento del modelo, que fue
refrendado en los 23 cantones en que se divide el país. El presidente y
también ministro de Defensa, Ueli Maurer, esgrimía la “cohesión del
país” como principal argumento. En el bando contrario, el portavoz de la
organización convocante del referéndum, Tobias Schnebli, consideró el
mantenimiento del servicio militar como “un instrumento de guerra del
pasado”, según informa France Presse.
Es la tercera vez que este grupo lleva a las urnas la misma petición y
la tercera que los ciudadanos la rechazan. La primera vez fue en 1989 y
aun hubo otra consulta en 2001. Pese a que no haber participado en
guerras en 200 años, los suizos parecen tener apego a su esquema
militar.
La vecina Austria planteó también en las urnas la permanencia o no
del servicio militar obligatorio el pasado enero. Igualmente los
ciudadanos votaron a favor de su sistema, de los pocos obligatorios que
quedan en Europa. Además de Suiza y Austria lo mantienen Noruega,
Finlandia, Dinamarca, Estonia, Grecia y Chipre. La mayoría de los países
europeos lo han ido desterrando.
Además de sobre el sistema militar, los suizos han tenido la
oportunidad de manifestarse sobre otros asuntos. El primero, la
posibilidad de que las tiendas de las gasolineras abrieran toda la
noche, algo que respaldaron el 55,8% de los votantes. También sobre la
ley de vacunaciones. Y finalmente, solo en el cantón de Tessin, sobre
uno mucho más controvertido: la obligación de llevar la cara al
descubierto en lugares públicos, una idea también secundada por los
votos y que se ha interpretado como una prohibición del burka y otros
atuendos de tipo religioso.
Los referendos son una práctica habitual en el sistema democrático
suizo, que establece esta posibilidad para revocar cualquier norma
aprobada en la Asamblea federal. El requisito para concurrir a las urnas
es haber reunido 50.000 firmas en 100 días. Además de estas consultas
facultativas, el Gobierno tiene la obligación de convocar referendos
cuando las leyes afectan a normas constitucionales o de derecho
internacional, lo que convierte en muy frecuentes las consultas en las
urnas.
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