La Policía mexicana desalojó hoy a los maestros que se mantenían 
desde hace un mes en la plaza principal de Ciudad de México como parte 
de sus protestas contra la reforma educativa impulsada por el Gobierno.
La operación comenzó a las 16.20 hora local (21.20 GMT), una vez que,
 esta mañana, los miles de maestros, miembros de la Coordinadora 
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), recibieron de las 
autoridades un exhorto final a que abandonaran en paz la Plaza de la 
Constitución de Ciudad de México. A las 14.00 hora local (19.00 GMT) las
 autoridades dieron un "plazo perentorio" de dos horas para que los 
maestros se marcharan, y aunque algunos de ellos abandonaron la plaza, 
otros permanecieron en ella detrás de endebles barricadas a la espera de
 los agentes.
Cuando los agentes finalmente entraron en la explanada, los maestros 
que aún se encontraban en ella les lanzaron diversos objetos, mientras 
algunas personas arrojaron a los policías cócteles molotov. Las fuerzas 
policiales respondieron con gases lacrimógenos y chorros de agua lanzados por tanquetas antidisturbios que llegaron a la plaza de manera paralela.
El operativo para recuperar el Zócalo dejó 29 detenidos, ajenos al magisterio, y "11 policías heridos" según fuentes oficiales.
Confrontación
En declaraciones previas a los hechos, el dirigente de la Sección 22 
de la CNTE, correspondiente al estado de Oaxaca, Rubén Nuñez, declaró a 
la televisora Milenio que al cumplirse el plazo se retirarían "sin 
violencia" y evitando cualquier tipo de "confrontación".
"La lucha la mantendremos, es constante pero será a través del 
diálogo y un debate sobre las reformas de ley educativas", dijo. Comentó
 que, una vez liberada la plaza, se celebraría una asamblea de la CNTE 
para definir los siguientes pasos de su resistencia "pacífica".
Tras el desalojo, en el "Zócalo" capitalino sólo quedaron evidencias de los campamentos de la CNTE,
 con plásticos y basura esparcidos en la explanada. En las calles 
aledañas a la plaza permanecieron grupos de policías para evitar el 
regreso de maestros.
La operación policial se produjo dos días antes de que se lleve a 
cabo el tradicional grito de la independencia, un acto que encabeza el 
presidente de México desde uno de los balcones del Palacio Nacional, en 
el Zócalo.
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