En una resolución considerada histórica por las víctimas del
franquismo, la juez argentina María Servini de Cubría decidió este
miércoles la imputación y la solicitud de la orden internacional de
detención de cuatro acusados por torturas del régimen: el exguardia
civil Jesús Muñecas Aguilar, el exescolta de Franco y de la Casa Real
Celso Galván Abascal, el excomisario José Ignacio Giralte González y el
exinspector José Antonio González Pacheco, alías Billy El Niño.
Ante la falta de progreso de las causas en España, las víctimas del franquismo han llevado en 2010 sus denuncias a Argentina.
Allí, la juez Servini las tomó en consideración, teniendo en cuenta el
criterio de justicia universal, el mismo por el que el exjuez Baltasar Garzón
investigó en España a los criminales de las dictaduras de Argentina
(1976-1983) y Chile (1973-1990) en la década de los noventa, cuando en
esos países reinaba la impunidad. Servini ha pedido ahora la extradición
de Galván, Muñecas Giralte y Billy El Niño para tomarles declaración
indagatoria.
No es de esperar que España los detenga ni que los envíe a Argentina. Hace pocos meses, el Gobierno de Mariano Rajoy hizo gestiones
para que finalmente se suspendiera una teleconferencia en el consulado
argentino en Madrid para que desde allí la juez Servini recogiera el
testimonio de querellantes, según han denunciado abogados y familiares
de las víctimas. Pero la orden de detención dictada por Servini puede
dificultar que los cuatro imputados salgan de España porque corren el
riesgo de que en otros países Interpol los detenga.
Galván tiene 78 años y tiene domicilio en Madrid. Ha sido imputado
por las torturas infligidas contra José María Galante Serrano en 1969,
cuando fue detenido sin proceso ni multa gubernativa alguna por
supuestas actividades “subversivas”, y contra Acacio Puig Mediavilla,
arrestado en los calabozos de la Dirección General de Seguridad en 1973.
Muñecas, de 74 años y residente en Madrid, está imputado por torturas
contra Andoni Arrizabalada Basterrechea en 1968. “Esto es lo que ocurre
cuando no quieren colaborar”, dijo Muñecas en aquel entonces, según un
testigo que vio a Arrizabalada en el cuartel de la Guardia Civil de
Zarautzen, ensangrentado e irreconocible, con el rostro y los brazos
llenos de moratones, con un imagen que no parecía humana.
Giralte, de 72 años y con domicilio en Tres Cantos, está acusado por
los tormentos contra Galante y contra Alfredo Rodríguez Bonilla, en su
detención en 1975. “(Giralte y Jesús González Reglero) me decían que
bajara la cara, cada vez que lo hacía me golpeaban, por la espalda
recibí golpes incluidos los que me propinaban con las propias cadenas
con las que fui detenido y patadas en la entrepierna”, atestiguó
Rodríguez Bonilla. “Según me iban golpeando, me decían: “Di que tu madre
es una puta, di que tu padre es maricón’”, relató el denunciante. Billy
El Niño, de 66 años y residente en Madrid, está imputado por torturas
contra 13 víctimas. Los querellantes han recordado su frialdad al
propinar palizas, sus azotes con la porra y sus explicaciones de que lo
hacía porque no le gustaban sus caras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario