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domingo, 4 de agosto de 2013

Lo que el Gobierno no cuenta sobre la reforma laboral

El pasado viernes el Gobierno presentó a bombo y platillo el Informe de evaluación de impacto de la reforma laboral (PDF), un balance del primer año de vida de la norma desde que el Congreso aprobara el texto definitivo el 25 de junio de 2012 —aunque realmente empezó a funcionar en febrero de 2012—. El objetivo del documento era evaluar qué aspectos de la reforma hay que mejorar. Sin embargo, a juicio del Gobierno la reforma es impecable y mejor no tocar casi nada. "Sólo hay que hacer ajustes menores", dijo Fátima Báñez, ministra de Empleo, ignorando que ese mismo día el FMI emitía otro informe sobre España en el que proponía una bajada generalizada de los salarios del 10% como casi la única vía para crear empleo. La ministra también obvió que la Unión Europea y la OCDE vienen reclamando desde hace tiempo una nueva y profunda vuelta de tuerca a la legislación laboral.
Haciendo oídos sordos a las críticas que ha recibido en el último año, Báñez elogió casi sin medida la reforma laboral del PP ante los periodistas. Vendió como un gran logro que en su primer año de aplicación había evitado 225.800 despidos. No explicó cómo ni por qué, sobre todo teniendo en cuenta que en el último año el paro ha seguido aumentado. La ministra no tuvo más remedio que reconocer esa realidad, que hay más desempleo, pero adujo que la reforma laboral ha logrado moderar el ritmo de destrucción del empleo en un contexto de recesión y que empezará a crearlo cuando le economía crezca.
Báñez glosó muchos más méritos de la norma, pero la realidad es tozuda y en muchos aspectos le desmiente. Veamos qué es lo que el Gobierno no cuenta sobre la reforma laboral  y cuáles son esos méritos que se atribuye y que no le corresponden.
01. ¿De verdad la reforma laboral ha evitado 225.800 despidos?
Ese es su gran logro, según el Gobierno. Pero eso hay que tomarlo como un auto de fe: se puede creer o no. Báñez no explicó cómo se habían evitado esos despidos. La ministra no ofreció ningún dato desagregado que avalara esa conclusión. La cifra parece más bien aleatoria. La que no lo es es la de los casi 400.000 empleados públicos que han perdido su trabajo desde que el PP llegó al poder. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) —la auténtica radiografía del panorama laboral en España— entre el segundo trimestre de 2012 y el segundo trimestre de 2013 hubo 284.400 parados más. Es cierto que un año antes, entre el segundo trimestre de 2011 y el mismo de 2012, el número de parados aumentó en 859.400, tres veces más. Pero no es menos cierto que después de más de cinco años destruyendo empleo, el mercado laboral español ya no puede expulsar a tantos trabajadores, o al menos hacerlo al mismo ritmo.
El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) aporta sus propios datos y asegura que desde que la reforma laboral empezó a aplicarse se han destruido 633.500 puestos de trabajo, "lo que desmiente que se haya frenado la destrucción de empleo", dice un portavoz sindical. Se podrá creer o no a CCOO —como al Gobierno—, pero los datos contrastados hacen más verosímil la tesis del sindicato que la del Ejecutivo. 
02. No es cierto que se modere la destrucción de empleo
Este punto es un corolario del anterior. El Gobierno justifica las bondades de la reforma en que ya no se destruye empleo con la misma intensidad que antes pese a que la economía se encuentra en recesión. Según el informe del Gobierno, la tasa de crecimiento interanual del paro se ha reducido del 18% en el segundo trimestre de 2012 al 5% en 2013. Pero olvida mencionar que en el segundo trimestre de 2011, antes de que entrara en vigor la reforma del PP —aunque ya funcionaba la de los socialistas— el paro sólo había crecido un 4,05% respecto al año anterior.
La relación entre recesión económica y el paro es obvia: a más recesión, más paro. En el segundo trimestre de 2011 la economía española no estaba en recesión, aunque su crecimiento era prácticamente insignificante y apenas aumentó un 0,2%. En el segundo trimestre de 2012 el PIB cayó un 0,4% y en el mismo período de 2013 sólo lo hizo un 0,1%. Que el paro creciera más cuanto más dura era la recesión es algo obvio que el informe del Gobierno vende como un éxito.
03. Más autónomos: a la fuerza ahorcan
Según el informe de evaluación, en el primer semestre de 2013 se ha producido un aumento de casi 23.000 afiliaciones en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social. A la fuerza ahorcan: muchos trabajadores que han perdido su trabajo no han tenido más remedio que hacerse autónomos para seguir trabajando. Muchas empresas sólo contratan si es el trabajador el que paga sus cotizaciones sociales. Además, en 2011 y 2012 ya había crecido el número de autónomos, si bien no tanto como en este 2013.
04.  Más competitividad a costa de bajar los salarios
Otro efecto positivo que Báñez destacó con profusión es que la reforma laboral ha servido mejorar la flexibilidad interna en las empresas, a las que la reforma, dijo, ha permitido adaptarse mejor al contexto económico y ganar competitividad. Pero lo que no menciona el informe del Gobierno es que ese incremento de la competitividad se ha producido básicamente a través de la bajada de salarios y la reducción de los costes laborales unitarios —que indican lo que a una empresa le cuesta producir en España—, una opción que la reforma laboral ha facilitado mucho a los empresarios. La Encuesta de Costes Laborales que realiza el INE muestra un marcado abaratamiento de los salarios y de las indemnizaciones por despido. En 2012 los costes laborales se redujeron un 0,8% en 2012. UGT denunció esta misma semana que en términos reales, sin la inflación, la reducción de los costes sería del 6,3%.
05. El debate sobre cuándo se empezará a crear empleo
Siempre se ha dicho que para crear empleo de una forma sostenida la economía española necesitaba crecer por encima del 2%. El Ejecutivo asegura que con la reforma laboral España será capaz de crear empleo con una tasa de crecimiento de entre el 1% y el 1,2%. El problema es que aún estamos lejos de ese escenario. El Gobierno, en sus previsiones, lo sitúa en el año 2015. El FMI predijo el viernes que el PIB español no crecerá por encima del 1% antes de 2018. Habrá pues que esperar para comprobar si es verdad o no que se creará empleo con una tasa de crecimiento del 1%. Muchos expertos dudan de que esto sea así. 
06.  Más flexibilidad interna, menos derechos de los trabajadores
Uno de los objetivos confesos de la reforma laboral es favorecer la flexibilidad interna de las empresas. La norma potencia la capacidad del empresario para modificar de manera prácticamente unilateral las condiciones de trabajo y la movilidad en la empresa. Además, fomenta las decisiones empresariales de suspensión de trabajo y de reducción de jornada para evitar despidos. Según el informe de evaluación, un 27% de las empresas de más de 250 trabajadores han adoptado alguna de estas medidas. Según el Gobierno, la moderación salarial ha evitado miles de despidos, pero la realidad es otra: los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) se han disparado tras la reforma al simplificar los trámites para utilizar este recurso. Los despidos colectivos se cuentan por miles. 
07. La dualidad del mercado laboral sigue siendo un lastre
La ministra Báñez y el Gobierno presumen de que la reforma laboral crea empleo estable y reduce la dualidad que existe en el mercado laboral español entre trabajadores fijos y temporales. El Gobierno vende como un gran éxito que la temporalidad ha pasado de una tasa del 25% del último trimestre de 2012 al 23,1% del segundo trimestre de este año. Pero la realidad es que gran parte del empleo que se crea ahora en España sigue siendo precario. Sólo alrededor del 7% de los nuevos contratos que se firman son indefinidos, según los últimos datos de paro registrados que se dieron a conocer el mismo viernes. Hasta el propio FMI desmiente al Gobierno: en su informe del viernes el organismo destaca que la dualidad entre los que tiene un trabajo estable y los que tienen empleos temporales ha aumentado, al tiempo que "la probabilidad de encontrar un trabajo permanente sigue siendo muy baja y la de perder un trabajo temporal muy alta".
En este sentido el FMI contradice abiertamente al Gobierno español, que mantiene que la dualidad entre fijos y temporales se ha reducido. Báñez argüye que la caída de la contratación indefinida se ha frenado y la nueva figura contractual creada en la reforma, el contrato indefinido de apoyo a empresas de menos de 50 trabajadores, está funcionando "bien". La ministra cifró en 120.000 las personas que han accedido al mercado de trabajo a través de dicha contratación indefinida, de los que el 40% son jóvenes. La ministra ha añadido que este tipo de contratación ha resultado ser estable, porque el 60% de esos contratos indefinidos se mantienen pasado el año. Pero el ritmo parece muy lento: la sensación es que no se avanza significativamente.
08. La reducción del absentismo laboral no es mérito de la reforma del PP
Dice el Gobierno que la reforma laboral quiere combatir el absentismo laboral injustificado. Es cierto que ha endurecido las medidas para combatirlo, pero el descenso de un 13,8% del absentismo en el último año obedece más a la crisis y al miedo del trabajador a perder su empleo, ahora que es más fácil y más barato despedir, según señalan los sindicatos.

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