El atentado contra la vida del presidente de Bolivia, Evo Morales, perpetrado por varios países europeos no tiene precedentes en la historia de las relaciones internacionales, y constituye una flagrante violación de las leyes mundiales y de los derechos humanos.
La vida del líder de esta
nación andina fue puesta en peligro en las últimas horas por la
determinación de los gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España de
negarle el sobrevuelo por esos Estados de la Unión Europea (UE) a la
nave aérea donde viajaba Morales.
El avión del mandatario
boliviano se vio obligado a hacer un aterrizaje forzoso en Viena,
Austria, país de la UE no miembro de la guerrerista Organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y permanecer allí durante más de 13
horas por la conducta discriminatoria y vergonzosa de las autoridades de
Paris, Lisboa, Roma y Madrid.
Sobre las espaldas de esos
gobiernos del también llamado Viejo Continente, todos sumisos al régimen
de Estados Unidos, pesa ahora la responsabilidad de jugar con la vida
de un mandatario latinoamericano, por lo que merecen una respuesta
contundente de las organizaciones integracionistas de la Patria Grande y
de las Naciones Unidas.
Es muy grave lo que ocurrió con
Morales y una ofensa contra él y el pueblo boliviano, coincidieron Jefes
de Estado, políticos, Movimientos Sociales y ciudadanos de a pie de
América Latina, ante las decisiones de Francia, Portugal, Italia y
España, claramente instruidas por Washington.
El presidente de
Bolivia representa hoy y para siempre la dignidad de América Latina
contra la vergüenza de Europa, que actuó de manera colonialista e
imperial, coincidieron analistas y medios de prensa en esta región.
Las mismas fuentes concordaron en que en lo adelante la Patria Grande
debe proceder de diferente forma ante los ejecutivos de la UE que
afrentaron sin escrúpulo alguno a Morales.
El secretario
general de UNASUR, el venezolano, Alí Rodríguez Araque, además de
condenar la postura de Europa, señaló que las Cumbres Iberoamericanas
carecen de sentido alguno actualmente, luego de las conductas asumidas
por España y Portugal.
Por su parte, el gobierno y parlamento
bolivianos dejaron bien claro que denunciarán lo sucedido con su máximo
dirigente ante todas las organizaciones internacionales, incluida la
ONU, y se reservarán el derecho de adoptar medidas concretas hacia los
ejecutivos de Paris, Lisboa, Roma y Madrid.
Una vez más se puso
en evidencia que Europa responde a los preceptos imperiales de Estados
Unidos, y su actitud hacia Latinoamérica no ha dejado de nunca de ser
colonialista y discriminatoria.
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