El martes se cumplen tres años de la llegada del iPad a España.,
cuatro meses después de su presentación mundial por parte de Steve
Jobs, en enero de 2010. De aquellos 599 euros que costaba la única y
exclusiva tableta del momento (hoy, 499) se ha llegado a aparatos
similares que cuestan unos 50 euros, como el modelo Maxwest.
Y junto a esa caída de precios, una revolución en los aparatos móviles,
del portátil al libro electrónico, y en la industria, de la editorial a
la del videojuego.
De los 600 a los 50 euros no se ha llegado obviamente con las mismas
características técnicas ni con el mismo tamaño de tableta (en 2010 la
pantalla tipo era de 9,7 pulgadas y hoy la mayoría gira en torno a las
8), pero habla del impacto popular, que ha superado incluso al que tuvo
el smartphone iPhone. Proliferan modelos y fabricantes, bajando continuamente precios y ofreciendo múltiples posibilidades.
La tableta ha enterrado al miniportátil, también al portátil y lleva camino de hacerlo con las miniconsolas. A diferencia del smartphone, que parece ser un aparato a partir de cierta edad, la tableta es para todas las edades y públicos. Así lo ha visto la española Ingo Devices,
que se ha especializado en tabletas infantiles. "Somos pioneros en el
sector que suma las nuevas tecnologías y los juguetes; es lo que nos
diferencia del resto", cuenta Oriol Canet, director general de la
empresa.
Inglo va a lanzar este año una tableta para niños menores de 5 años
por 130 euros, tendrán micrófono para Karaoke y mando para codnuicir
coches.
Canet compró las licencias de Hello Kitty y Monster High para
tematizar sus tabletas infantiles. El pasado año vendió más de 100.000,
“y este año triplicaremos”. Su sede central en Sabadell se ha ampliado
con delegaciones en China, Reino Unido, Hong Kong y Francia.
Las tabletas incluyen un sistema de control parental que programa el
tiempo de uso, autoriza las páginas que se pueden visitar o la descarga
de aplicaciones. “En cada tableta se puede crear más de un usuario y
cada uno con sus restricciones", cuenta Canet. De esta manera un niño de
2 años y otro de 10 pueden utilizar el mismo aparato, pero cada cual
con sus privilegios.
Ingo Kids puede ser la tableta para los más pequeños, pero no la más
barata, ni mucho menos. Si desde hace un año, el listón de tabletas de
calidad se situó entre 200 y 300 euros (Kindle de Amazon, Nexus de Google o las mismas Tab de Samsung), actualmente ya es normal bajar de los 200 euros (la Slate de HP, 150 euros; la A1000 de Lenovo por 163),
o incluso de los 100. Es el caso de la tableta Maxwest 75, con una
pantalla de siete pulgadas, sistema Android y que se puede adquirir en
Estados Unidos por 65 dólares (50 euros).
Canet espera triplicar sus tabletas de niños, más de 300.000, una
gota sin duda frente a los más de 210 millones de aparatos (de marca)
que se venderán este año y que si se incluyen las marcas blancas
superarían ya a las ventas de ordenadores portátiles.
Dos factores principales han coincidido para que la tableta reduzca
su precio a una décima parte (al margen de sus diferentes
características): la reducción de la pantalla (de casi 10 a unos 7
pulgadas) y Android, un sistema operativo gratuito para los fabricantes,
a cambio de incluir los servicios de Google. A todo ello se une parte
de la competencia, que juega a vender los aparatos a precio de coste a
cambio de lograr ingresos por descarag de contenidos.
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