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jueves, 9 de mayo de 2013

Los partidos catalanes se citan hoy de urgencia para replicar al Constitucional

El Gobierno catalán esperaba desde hace días la suspensión cautelar de la declaración de soberanía del Parlamento autonómico y tenía a punto un extenso argumentario para rebatirla. De ahí que Artur Mas no tardara ni una hora en comparecer ante los periodistas y dejar claro que ni piensa desistir en el plan soberanista ni corregir la estrategia. “El camino sigue, pese a los obstáculos”, aseguró el presidente de la Generalitat, al tiempo que argumentaba que la declaración de soberanía fue aprobada por un Parlamento “elegido democráticamente” y con un mandato claro de los electores. A partir de ahora es el Parlamento catalán el que debe mover ficha. Hoy mismo se reunirá la Junta de Portavoces para trazar la estrategia. Antes de 20 días la cámara catalana tiene que enviar las alegaciones para evitar la suspensión definitiva del acuerdo. Mas no respondió este miércoles a la pregunta de si estaría dispuesto a volver a votar la declaración como medida de protesta.
La opinión dominante en la Generalitat y también en el Partit dels Socialistes (PSC), que en su día rechazó mayoritariamente la declaración, es que la suspensión del texto tendrá un efecto legal muy limitado. Por esta razón el Parlamento catalán no dudó este miércoles en dar un nuevo paso en el proceso soberanista y crear, como estaba previsto antes de la resolución judicial, una comisión de seguimiento del “derecho a decidir”. Los socialistas apoyaron este nuevo paso porque entienden que dicha comisión de seguimiento no implica que la independencia sea la meta final. El PP, en cambio, se opuso a él con gran firmeza y lo interpretó como “un acto de insumisión y desacato”. Por esta razón, la mayor parte de los diputados de esta formación se ausentaron del debate y ninguno de ellos participó en la votación. El PP también abrió la puerta a acudir al Tribunal Constitucional por esta nueva votación.
Artur Mas tildó de “insólita, altamente preocupante y profundamente decepcionante” la decisión del tribunal. “Es tremendamente preocupante que en un Parlamento elegido y constituido democráticamente no se pueda ni pronunciar ni aprobar una declaración”, afirmó, mientras hacía hincapié en que el texto no tenía validez jurídica más allá de ser una declaración de intenciones. Tanto el presidente como muchos dirigentes de CiU insistieron en que la decisión del Constitucional no hace más que poner en evidencia que se quiere evitar que los catalanes puedan elegir libre y democráticamente su futuro. “El proceso seguirá mientras quieran los catalanes”, resumió. En este punto tuvo el apoyo total de sus socios de Esquerra Republicana.
Pere Navarro, primer secretario del PSC, no se mostró sorprendido al conocer la suspensión de la resolución. “Ya sabíamos que llegaría el día de hoy. Lo que empieza mal, acaba mal”, afirmó para lamentar que, a su juicio, la decisión “alimenta el escenario de confrontación que alguien previó hace meses”. “Alguien aprobó la resolución sabiendo que habría una respuesta del Gobierno del PP, que también se alimenta de esta confrontación”, añadió.
Lo que el PSC quiere ahora poner en valor es la existencia de una segunda resolución aprobada por el Parlamento autonómico el 13 de marzo, que no ha sido recurrida y que defiende el diálogo entre el Gobierno español y el catalán para facilitar la celebración de una consulta pactada y, por tanto, fuera de toda duda de legalidad. Los socialistas entienden que esa debe ser la vía para dar salida a la demanda de consulta que propugnan todos los partidos catalanes, menos PP y Ciutadans, y en la que el PSC defendería la posición de que Cataluña se mantenga dentro de España.
Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, defendió la resolución del Tribunal Constitucional y, una vez más, acusó a Pere Navarro de “ser el socio más directo en el camino de la independencia”.
En una línea similar se pronunció el presidente de Ciutadans, Albert Rivera. “Estamos satisfechos por la decisión, aunque el Gobierno recurriese tarde, pero más vale tarde que nunca”, dijo. Además pidió, sin éxito, que el debate celebrado este miércoles para crear la comisión de seguimiento se suspendiese para siempre. “No queremos que se debata nunca”, insistió.
La decisión del Tribunal Constitucional volvió a cimentar el consenso de los partidos catalanes que defienden el derecho a decidir. El caso más paradigmático es el de Iniciativa, que, si bien se ha mostrado crítica los últimos días con Artur Mas por intentar vincular la superación de la crisis al derecho a decidir, este miércoles optó por cerrar filas. Joan Herrera aseguró que la decisión del tribunal ha hecho perder a este el poco prestigio que tenía y la tildó de “profundamente antidemocrática”.

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