El desempleo y la desesperanza han empujado a miles de madrileños a
dejar la ciudad en el último año. Quizá porque son los que más
posibilidades tienen de labrarse un futuro mejor en otro lugar, el éxodo
más significativo ha afectado a los jóvenes recién licenciados, de
entre 25 y 29 años, que no sólo han desistido de apuntarse a las listas
del paro sino que, sencillamente, han emigrado, a un ritmo de uno cada
hora durante el último año. Esta pérdida de talento ha afectado con
especial dureza a los distritos más castigados por el desempleo,
ahondando así la brecha social entre los barrios ricos y los más
empobrecidos por los seis años de recesión y la falta de iniciativa
política.

Tras años de fuerte crecimiento demográfico, Madrid volvió a perder
población en 2012 por segundo año consecutivo (21.500 personas, un
0,7%). Esta caída afectó con especial intensidad a los jóvenes de 25 a
34 años, con un ritmo hasta ocho veces superior a la media. En el caso
de aquellos de 25 y 29 años, la bajada fue del 5,7%. Desaparecieron del padrón municipal casi 13.000 personas en esa franja de edad.
Este éxodo se corresponde fielmente con la incidencia feroz del
desempleo en ese segmento de jóvenes de la capital. La tasa de paro
(EPA) creció en el último año del 17,7% al 19,3%. Aumentó en general el
número de desempleados (15.500 más, un 5,3%), pero especialmente en la
franja de 25 a 29 años (2.200 más, un 6,4%).
Sin embargo, este segmento de población, en lugar de apuntarse a las
listas del paro, decidió buscar su suerte en otra parte. La cifra de
paro registrado creció en marzo un 7,1%; sin embargo, el número de
personas apuntadas de 25 a 29 años cayó un 1,7%.
La cifra de personas activas en la capital bajó en total un 3,4% en
el último año (56.600 personas); ese descenso fue cuatro veces superior a
la media entre los jóvenes de 25 a 29 años (un 14,3%, 28.200 personas).
En total, la población madrileña mayor de 16 años cayó un 2,8% en el último año. Desaparecieron
74.500 personas; de ellas, una de cada cuatro (20.200) tenían estudios
superiores. De esos 20.200 titulados superiores, el 42,5% tenían entre
25 y 29 años. Son 8.600 licenciados perdidos, es decir, uno
cada hora durante el último año. Y su cifra coincide prácticamente con
la caída de población total (con estudios superiores o sin ellos) en ese
segmento de edad (12.600).
El éxodo de jóvenes afecta a todos los distritos de la capital (la
media es del 5,7%), pero en clara relación con la tasa de desempleo (la
media es del 19,3%) y con especial incidencia pues en el arco sureste de
la ciudad.
Así, el distrito de Salamanca, con una tasa de paro del 14,1%, la
caída de población entre 25 y 29 años fue del 3,2%. En Chamberí, con un
paro de 14,4%, la caída fue del 3,2%. En Chamartín, con un 13,4%, fue
del 2,7%. En Moncloa, con un 14,6%, del 3,3%.
En el extremo contrario se encuentra Vicálvaro, con una tasa de paro
del 24% y una caída de población entre 25 y 29 años del 8,5%. En
Villaverde, el paro es del 26,8%, y la caída del 7,8%. En Usera, del
24,7% y el 7,8%. En Carabanchel, del 22,3% y el 7,7%. En Latina, del 21%
y el 7,4%. En Puente de Vallecas, del 26,8% y el 7,3%.
Mención aparte merece el distrito de Villa de Vallecas, donde la tasa
de paro es del 24,9%; su población total creció, sin embargo, un 2,6%,
como consecuencia de los nuevos desarrollos urbanísticos; fue
prácticamente el único distrito con un aumento significativo. Sin
embargo, en el segmento entre los 25 y 29 años, también perdió vecinos:
un 4,7%.
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