El Real Madrid pretende que José Mourinho no vuelva a sentarse en el
banquillo del equipo esta temporada. Sólo restan dos partidos del
campeonato de Liga, ambos intrascendentes para los blancos, pero la
derrota en la Copa del Rey y la tensa situación del vestuario han
hartado a la directiva y al presidente, Florentino Pérez, que se plantea
cerrar el ciclo del portugués de forma inmediata.
Aunque la hoja de ruta pactada señalaba el mes de junio como la fecha
del adiós, el convulso final de curso y el patinazo ante el Atlético
pueden adelantar la marcha del polémico entrenador. Según fuentes de la
entidad, el Madrid piensa colocar como sustituto para los dos encuentros
finales a Toril, el técnico del Castilla.
El club estudiará el despido de Mourinho en la junta directiva del
lunes para concretar así su salida esta misma semana. De esta manera, el
preparador del filial dirigiría ya al equipo el próximo domingo en el
choque ante la Real Sociedad en Anoeta. Pero para que el finiquito sea
pacífico tendrán que convencer al portugués, cuya intención en estos
momentos es continuar hasta final de curso, con el partido ante el
Osasuna en el Bernabéu como cierre de su etapa en Madrid. De hecho, el
pasado viernes a medianoche, tras perder la final, en rueda de prensa
habló del respeto a la Liga y a los rivales que asoman en el calendario,
ambos con asuntos pendientes aún en la clasificación.
"Él quiere acabar el año. Terminar como un hombre", comentaban ayer
desde su entorno, donde ya reconocían la posibilidad de que su marcha se
podría acelerar.
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