El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha imputado a Ángel Sanchís,
tesorero del PP en la etapa de Manuel Fraga, entre 1982 y 1987, por un
presunto delito de colaboración con Luis Bárcenas para blanqueo de
capitales, según ha avanzado hoy la cadena Ser. La citación, en calidad
de imputado, se ha fijado para el próximo 10 de abril. La Fiscalía
Anticorrupción había pedido al magistrado que lo investigara al entender
que Sanchís hizo gestiones para ayudar a Bárcenas a ocultar sus fondos
en Suiza, que alcanzaron los 38 millones de euros, una vez que se
conoció que estaba siendo investigado.
Sanchis, según el auto de Ruz, "contactó con los gestores" de las
cuentas de Bárcenas en Suiza, "cooperando en la ocultación de fondos de
esas cuentas de procedencia indiciariamente ilícita". Además, expone
cómo se realizaron transferencias de estas cuentas suizas a Estados
Unidos, a una cuenta relacionada con Sanchís de la que la semana pasada
se sacaron 100.000 dólares. Por ello, reclama el bloqueo de la cuenta.
El juez concluye que hay nuevos indicios de relevancia para la investigación, procedentes de las propias declaraciones de Bárcenas
y de su testaferro, Iván Yáñez, así como de la información suministrada
por las autoridades de Estados Unidos, que documentan las
transferencias desde Suiza a dos sociedades vinculadas con Bárcenas.
Sanchís fue tesorero de Alianza Popular hasta 1987, año en el que fue
sustituido por Rosendo Naseiro. Ambos, junto al concejal del PP del
Ayuntamiento de Valencia Ángel Palop, y el empresario José Balaguer,
fueron juzgados y absueltos en 1992 del delito de financiación ilegal
del partido, después de que el juez ordenase la destrucción de unas
cintas que contenían conversaciones entre ellos por haberse obtenido
ilegalmente.
Bárcenas se
sirvió de su íntimo amigo Sanchís, la persona que lo introdujo en la
gestión de las finanzas del partido en la época de Manuel Fraga, para
liquidar la cuenta con 22 millones de euros que ocultaba en el banco
Dresdner de Suiza. Acababa de estallar el caso Gürtel,
con el encarcelamiento del cabecilla de la trama, Francisco Correa, y
Bárcenas sabía que tanto la policía como el entonces juez instructor
Baltasar Garzón lo tenían en su lupa.
Fue cuando ideó limpiar cuanto antes la cuenta que mantuvo entre 2005 y 2009
en el país helvético con un saldo medio de 15 millones de euros y que, a
finales de 2007, alcanzó incluso los 22 millones. Bárcenas se
comunicaba con la entidad mediante correspondencia y personalmente. Pero
tras saltar Gürtel, y temiendo que Garzón pudiera bloquearle el dinero,
informó por escrito al Dresdner que alguien de su “total confianza” se
pasaría en su nombre por la entidad. Esa persona era su amigo y uno de
sus antecesores al frente de la tesorería nacional del PP, Ángel
Sanchís, dueño de una gigantesca finca de 30.000 hectáreas (casi el
triple de la extensión del término municipal de Barcelona) en la
provincia argentina de Salta.
Sanchís estuvo implicado en 1998 en el escándalo del caso Naseiro
(en relación con el también extesorero del PP Rosendo Naseiro),
consistente en una trama que supuestamente recaudaba dinero para el PP.
Se libró porque el Supremo invalidó las escuchas telefónicas que
delataron la trama. Fue Sanchís, pues, la persona elegida por Bárcenas
en febrero de 2009, mes en que se desataron los encarcelamientos de los
cabecillas de la red Gürtel, para que, en su nombre, acudiera a la
entidad suiza.
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