Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin,
mantiene viva su estrategia de implicar a la Casa del Rey en los
negocios del duque de Palma. Nueve meses después de que iniciara su
entrega dosificada de correos electrónicos, Torres continúa con la
aportación de documentos al juez para consolidar la idea de que la Casa
del Rey apoyaba a Urdangarin en sus negocios del Instituto Nóos y en
otros privados con los que obtenía grandes ingresos.
Uno de esos nuevos correos llegó este martes al juzgado para intentar acreditar que el secretario de las Infantas, Carlos García Revenga, extesorero del Instituto Nóos e imputado en el caso Urdangarin, tuteló al yerno del Rey y esposo de la infanta Cristina en sus contratos privados con multinacionales.
Torres facilitó un correo electrónico enviado por Urdangarin a García
Revenga donde le hace una consulta sobre un contrato firmado por él con
una multinacional. El duque de Palma ingresó grandes cantidades de
dinero como consejero de grandes empresas. Urdangarin facturaba estos
servicios a través de Aizóon, la empresa cuya propiedad comparte con Cristina de Borbón. Esta circunstancia, según la Agencia Tributaria, entraña un delito fiscal grave que ahora está analizando el juzgado.
“¿Te acuerdas que antes de Navidad enviamos un contrato firmado a
Lagardere? No he tenido noticias”, comunica en 2006 el yerno del Rey a
García Revenga a través de un correo que parece indicar que el
secretario de las Infantas, a sueldo de la Casa del Rey, estaba al tanto
de todos los negocios de Urdangarin. El correo, que ya se ha
incorporado al sumario, se lo remite el yerno del Rey desde su cuenta
del Instituto Nóos a la dirección personal de García Revenga en el
servidor de la Casa del Rey. Urdangarin da a entender que el secretario
de las Infantas había visto y remitido el documento porque le pide la
fecha de salida y la confirmación de su entrega.
En las declaraciones judiciales, ambos imputados sostienen que su
relación es de amistad y confianza y descartan que se trate de negocios
comunes. García Revenga fue tesorero de Nóos aunque declaró al juez el
pasado 23 de febrero que nunca vio las cuentas y que se trataba de un
cargo testimonial y honorífico. Aseguró que nunca cobró por su función
en Nóos, ni de asesor de Urdangarin porque solo tiene un sueldo de la
Casa del Rey. García Revenga admitió que le sorprendió conocer, tras
estallar el caso Urdangarin, el “volumen de dinero” que movió el
Instituto Nóos.
El yerno del Rey cobró 200.000 euros anuales de la compañía del
magnate francés de medios y aviación Lagardère. Dos meses después de la
firma del contrato con esta empresa reclamó a García Revenga, en febrero
de 2006, un seguimiento acerca de las posibles liquidaciones derivadas
del contrato.
En el año 2007 consta que Urdangarin obtuvo unos ingresos por un
total de 1.045.400 euros tan solo de asesorías y consejos para grandes
marcas, según su declaración de Hacienda, un extremo que investiga ahora
el juez que le ha imputado por tres delitos fiscales.
El juez tomará declaración a los representantes de las
multinacionales y empresas españoles que contrataron con Urdangarin y ha
pedido las actas de los consejos a los que asistió.

Las firmas que se relacionaron comercialmente con el duque y con Nóos
son Motorpress, Altadis, Seelinger Condé, Mixta África, Ricard, Aceros
Bergara, Repsol, Telefónica, Volkswagen Audi, Miguel Torres, Adecco,
Iberia, Toyota, Europcar, Joyería Tous, Bancaja, Sol Meliá, Sa Nostra,
PWC, Iberdrola, Air Europa, Roig Grupo y Timberland España. La trama de
Nóos ingresó 4,3 millones de particulares y 5,8 millones de las
Administraciones públicas.
En el dossier de Torres sobre los nuevos correos entregados
al juez hay numerosos escritos de la testigo María Ángeles Almazán
Villar, presentada como asistenta de la asistenta de Urdangarin, por sus
gastos vinculados a los Juegos Europeos de Valencia, episodio del cual
se desmarca el yerno del Rey. La mujer “ha faltado clamorosamente a la
verdad” sobre su trabajo en Nóos, señala en su escrito al juez Manuel
González Peeters, abogado de Diego Torres. Era secretaria de Urdangarin y
le ayudaba a redactar cartas, gestionar cambios de contratos o
comunicarle llamadas recibidas, señala el letrado.
La secretaria del duque estaba “en permanente contacto con La Zarzuela”
y llevaba un “férreo control de las facturas y de los albaranes”
relacionados con el proyecto de Juegos Europeos. Es “inviable”, indica
el letrado de Torres, sostener que era una asistenta de la asistenta.
Además de la documentación sobre García Revenga, Torres facilitó otro
correo electrónico del director de Nóos, Antonio Ballabriga, a los
trabajadores del Instituto en abril de 2006 donde explica la estrategia
de ocultación del duque como responsable de la empresa: “A partir de
esta semana Diego [Torres] releva a Iñaki [Urdangarin] en la Presidencia
del Instituto”. Y anuncia que “en unas semanas”, Urdangarin pasaría a
presidir la Fundación sobre Deporte e Integración Social (sucesora de
Nóos) y que en esta nueva entidad, el duque de Palma figurará “siempre
como portavoz” en la Plataforma Pro-Juegos Europeos. “Lisavetsky [Jaime,
exsecretario de Estado de Deporte] ya ha sido informado personalmente”.
La Zarzuela le sostiene
Tras conocer la decisión del juez de llamarle a declarar en calidad de imputado, la Casa del Rey pidió 24 horas para meditar su respuesta. Se barajaron todas las opciones, pero finalmente se decidió mantener al secretario personal de las Infantas en su puesto hasta “conocer y valorar” su declaración ante el juez del caso Nóos. Pero lo que esperaban no ocurrió, porque tras prestar declaración el pasado 23 de febrero, el juez no le retiró la imputación.
Hoy, La Zarzuela lo mantiene en su puesto argumentando que Carlos García Revenga no está acusado de ningún delito concreto y el lunes de la semana pasada nadie le impidió que acompañara a las Infantas a la clínica La Milagrosa para ver al Rey, recién operado de una doble hernia discal.
García Revenga, de 58 años, empezó a trabajar en La Zarzuela como secretario de las Infantas en 1993, después de haber sido profesor de doña Elena. Es “mucho más que un secretario”, reconocen en la Casa del Rey. Se ha convertido en íntimo amigo de las hijas del Monarca; fue testigo en sus bodas, es casi un tío para sus hijos —doña Elena y doña Cristina son madrinas de las suyas—y, como evidencian los correos de Diego Torres, García Revenga era, también, la almohada a la que Iñaki Urdangarin consultaba casi cualquier movimiento: “Habla con Carlos para que dé la última palabra...”.
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