La Voz de Galicia
«Piense que en mi
país hay 22 millones de jubilados, eso es la población de Australia.
¡Imagínese ahora cómo son los bancos de datos y la infraestructura
informática para manejar eso! Es una de las razones para que migrásemos
al software libre». Así se expresaba ayer en Santiago Júlio Cezar Neves,
asesor del presidente del Servicio Federal de Procesamiento de Datos
(Serpro) del Gobierno de Brasil. Dejar de pagar licencias por programas
«que funcionan igual de bien», insiste el experto, le supuso al país un
ahorro de 225 millones de dólares en el año 2010, y la cifra aumenta
según crece la cantidad de software libre que se implanta en la
Administración de los distintos estados.
Neves explica, sin
embargo, que esta manera de nadar a contracorriente no resulta fácil.
Iniciaron la migración hace quince años y con el primer obstáculo que se
encontraron fue con la presión de la prensa, concretamente de los
medios hegemónicos del grupo Globo. «La prensa está patrocinada por las
grandes multinacionales y Brasil es un país dominado por la prensa,
tienen bancos, radios, televisiones, periódicos...», señala. Y añade que
todos los repetidores de la televisión de Globo en Brasil son propiedad
de senadores «del partido que apoyaba la dictadura».
El experto
señala que la prensa transmite pues la presión indirecta de
multinacionales como Microsoft y, sobre todo, Oracle, que ven en la
política de migración al software libre un serio peligro para sus
negocios. «Gracias a algunos mandatarios, como mi presidente, en la
Amazonía lo vamos consiguiendo, no sin esfuerzo», explica Neves, que
sonríe recordando cómo, a veces, hay empresarios que le consultan y
dudan de poder utilizar software libre para empresas de cuatrocientos
trabajadores: «¡Si nosotros lo utilizamos en un servicio que tiene
11.000!», dice.
Google versus Bruce Perens
En la
última jornada de la Libre Software World Conference, organizada por
Agasol, con el apoyo de la Federación Nacional de Empresas de Software
Libre (Asolif) y la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia
(Amtega), participó también como ponente Jeremy Allison, de Google,
quien trató de hacer ver de qué manera su empresa utiliza y contribuye a
promover fuentes abiertas. «Detrás de Google hay sobre todo
-manifestó-, software, el hardware es sustituible, pero Google no podría
existir sin la contribución del software libre». Justo acababa de decir
que «no aceptamos que el software propietario nos impida crecer y
mejorar» cuando recibió la inmediata respuesta, desde el público, de uno
de los grandes gurús del sector, Bruce Perens, que le reprochó la
manera férrea en que la multinacional controla sistemas como Android.
Allison se defendió diciendo que Android, en todo caso, «es la
excepción».
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