Federico Franco y su corte
Mujica fue contundente al señalar que el “narcocoloradismo”- en referencia al tradicional Partido Colorado, principal participamte en el desalojo de Lugo del poder- es el responsable de la interrupción de la institucionalidad democrática en Paraguay.
Se refería a la histórica acusación contra sectores de esa organización por participar en el tráfico de drogas y a las imputaciones en ese sentido a Horacio Cartes, precandidato presidencial del partido y objeto en el pasado reciente de investigaciones por su vínculo con esta actividad ilegal.
La denuncia de Mujica impactó inmediatamente en la dirección de la entidad política pero en dos formas, la primera reaccionando contra el jefe de Estado uruguayo y la segunda pidiendo específicamente a Cartes que explicara públicamente sus relaciones con el narcotráfico.
La airada respuesta de Cartes, también en puja con la presidenta del partido, Lilian Samaniego, por la candidatura presidencial para los comicios del año próximo, incluyó la exigencia de una rectificación a Mujica.
A partir de ahí, se desplegó una campaña pública contra el presidente de Uruguay incluyendo un programa de televisión donde los menores insultos fueron de asesino y ladrón y en el que se exhibió un documental ofensivo contra la organización uruguaya Tupamaros.
Paralelamente, un editorial del diario ABC salió hoy en defensa de Cartes y los colorados y dedicó a Mujica los calificativos de intervencionista, irresponsable e irrespetuoso por la denuncia realizada.
La campaña que continúa contra el presidente uruguayo, señalaron fuentes políticas, pareció olvidar que las acusaciones contra Cartes y otros colorados sobre tráfico de drogas y lavado de dinero generaron investigaciones de la DEA y organismos similares desde el año 2009.
El Partido Colorado
Bernardino Cano
El comité ejecutivo de la fuerza política mayoritaria en el poder de la nación guaraní, calificó de “declaraciones temerarias”, lo afirmado por el presidente uruguayo en su audición semanal de M-24.
La semana pasada Mujica había afirmando que la masacre de Curuguaty, donde murieron policias y campesinos, fue una maniobra del Partido Colorado “ligado al narcotráfico” para facilitar la crisis política que acabó con la destitución del presidente constitucional Fernando Lugo.
“En nombre de millones de correligionarios”
Bernardino Cano, secretario del Comité Ejecutivo del Partido Colorado afirmó que las palabras de Mujica habían “caído muy mal” en su país, porque “hirieron a millones de colorados que no tienen nada que ver con esos delitos”.
Remarcó que su colectividad politica “no va a pedirle a un presidente que se retracte de sus dichos: Mujica es responsable por sus dichos y él rendirá cuentas ante la historia”.
La declaración del Partido, reclama “en representación de millones de correligionarios al presidente José Mujica sobre sus declaraciones que hieren en lo más profundo el ser colorado y su rica historia nacional”.
Los representantes decidieron “publicar en un medio de prensa nacional y otro uruguayo esta resolución para que ambos pueblos tomen conciencia y midan en su real dimensión estos hechos y el presidente José Mujica asuma la responsabilidad que le corresponde”.
Remarcan su rechazo a “cualquier insinuación de vínculos de nuestra institución partidaria con delitos tan deleznables y condenables como el narcotráfico” y apuntan que esto daña “la imagen del coloradismo y afecta su retorno al gobierno en las elecciones generales de 2013”.
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