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martes, 1 de mayo de 2012

CHILE | Tráfico de drogas El 'narcoarriero', un trabajo cada vez mejor remunerado


Llega el invierno y los 'narcoarrieros', los ganaderos que portan sustancias ilegales escondidas entre su rebaño, rehacen sus rutas. Las nevadas y las temperaturas nocturnas, por debajo de los 20 grados bajo cero, obligan a los transportistas de lo ilícito a estudiar las posibles alternativas para abastecer a los miles de consumidores chilenos, sin ser detectados. Chile, el país más alargado del mundo, tiene casi 6.400 kilómetros de fronteras terrestres con Argentina, Bolivia y Perú.

De ellos, más de 5.800 kilómetros lindan con Argentina, lo que la convierte en la tercera frontera más larga del mundo, por detrás del territorio que une Estados Unidos con Canadá y Rusia con Kazajistán. La cordillera de Los Andes separa Chile de sus países vecinos. Controlar el paso de mercancías con tantos kilómetros de alta montaña, tan alta que supera habitualmente los 5.000 metros de altura, llegando casi a los 7.000, se torna complicado para las fuerzas del orden.

Desde hace varios años la policía chilena ha incrementado en el norte del país la vigilancia de bandas de ganaderos que portan, junto a sus animales, fardos con droga. Este incremento en la incautación de sustancias estupefacientes ha obligado a los narcotraficantes a buscar pasos alternativos cada vez más al sur del país, cercanos incluso a la capital, como por ejemplo el Cajón del Maipo.

Efectivos de la PDI (Personal de Investigaciones) detuvieron hace una semana, en las inmediaciones de Santiago de Chile, a un grupo de cuatro 'narcoarrieros' que viajaban en 'condiciones sospechosas' por las cercanías del embalse El Yeso, en medio de la lluvia y de la nieve, a unos 3.500 metros de altura. La unidad antinarcóticos de los uniformados se había percatado, gracias a escuchas telefónicas, de un envío de marihuana por la 'Ruta Tropera', desde Argentina.

5.000 dólares por viaje

En el momento de la detención, los muleros no llevaban nada. Tras un intenso interrogatorio de la policía, los agentes se percataron que los arrieros no pudieron hacer la entrega debido a la lluvia, por lo que escondieron 188 kilos de marihuana 'paraguaya' prensada, evaluada en 400 millones de pesos (unos 800.000 dólares), debajo de unas piedras.

Durante las indagaciones policiales los agentes averiguaron que para llegar al lugar de origen de la droga, los pastores cabalgaban 10 horas de ida, y otras 10 horas de vuelta, desde la ciudad argentina de Mendoza. Cada 'narcoarriero' iba a cobrar unos 2,5 millones de pesos (5.000 dólares) por el trabajo.

El procedimiento es siempre el mismo. Los narcotraficantes contactan con los arrieros al otro lado de Los Andes. Les explican dónde tienen que dejar la droga en Chile, y pactan un lugar intermedio donde dejar la mercancía en caso de cualquier complicación. Normalmente los arrieros siempre llevan burros y caballos, y en muchas ocasiones se hacen pasar por guías turísticos. Suelen cobrar de dos a tres millones de pesos por viaje (de 4.000 a 6.000 dólares) y tardan de 10 ó 12 horas a varios días.

Roberto Jiménez, un 'narcoarriero' que se retiró al archipiélago Juan Fernández para cambiar de vida, cuenta a ELMUNDO.es cómo introducía droga desde el altiplano boliviano hasta Chile: "Iba a La Paz y desde allí contactaba con grupos de narcos que fabricaban 'coca' en laboratorios clandestinos que tienen en mitad de la selva. Me traían la droga y la llevaba como podía hasta Oruro o hasta alguna ciudad cercana a la frontera con Chile".

"Una vez allí contrataba a unos cuantos arrieros bolivianos y entonces venía el trabajo duro. Había que camuflar la cocaína entre la lana de las llamas. La disolvíamos y la íbamos escondiendo. Después tocaba atravesar la cordillera por algún paso no habilitado, nos demorábamos varios días. Solíamos cruzar por las inmediaciones de Colchane, que une Bolivia con Chile", señala Roberto.

Roberto nos explica las últimas tácticas que emplean algunos 'narcoarrieros': "Ahora se ha puesto de moda obligar al animal a que se coma unas bolas de 'coca', bien guardadas en plásticos. Como no es capaz de excretarlo, cuando se llega al destino hay que abrirlo. Después se puede vender la carne y la lana, así que el uso del animal es el mismo", comenta este antiguo traficante hoy rehabilitado.

Según el departamento antidrogas del OS-7 de Carabineros, el grupo que se encarga de los decomisos, la marihuana elaborada y la pasta base son las drogas que más se incautan en Chile. Durante 2011 se incautaron en el país 3,09 toneladas de droga, es decir, un 24% más que durante el año anterior.

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