El Girona está vivo y luchará hasta el final para mantener la categoría. Esta es la principal conclusión que dejó el partido de ayer al estadio en que los de Josu Uribe doblaron el *Xerez en un partido loco. El triunfo era "imprescindible" había dicho el técnico antes de jugar y la manera de conseguirlo era lo de menos. Y así fue aunque el grande *protagonsita del partido no fuera ni *Jandro, autor de dos goles, ni Acuña, que se estrenó, ni Coro, que volvió a marcar; sino el árbitro *Lesma López. El colegiado madrileño no silbó una falta a Acuña que originó el 0-1 de José Mari pero después acabó encendiendo las iras del Xerez al silbar penal a Acuña y no ver unas manos de Luso sobre la raya de gol cuando la pelota entraba. Y qué? A veces te dan y a veces te sacan. Es el que tiene el fútbol. O nadie recuerda que López Acera no silbó penal en la acción que Doblas destrozó la rodilla en Vélez a Chapín al partido de ida? Además del show arbitral, que expulsó Mendoza a la primera parte y Tébar a la segunda, Montilivi pudo ver por fin el segundo triunfo seguido en casa del Girona que lo acerca, a la espera de l'Alcoyano-Cartagena de hoy, a 3 puntos de la salvación.
Uribe había tenido ganas de cambiar medio equipo después de ver como sus hombres no hacían nada para evitar el 3-2 de la jornada pasada en Las Palmas. A la hora de la verdad, pero, el único damnificado fue *Tortolero, que cedió su lugar a Tébar. La tarde no podía empezar peor. Después de una acción, posiblemente de falta a Acuña, Mendoza se sacó una centrada milimétrica a la cabeza de José Mari que el sevillano envió a la escuadra.
La depresión parecía instalarse a Montilivi. El partido, pero no siguió el guion previsto por los andaluces, que vieron como el Girona estiraba líneas en busca del empate. Jandro y *Luso avisaron, el Xerez vio como le expulsaban Mendoza (minuto 36) y ya jugando con un hombre más, el empate llegaba en un penalti de Rafa García a Acuña que Jandro fue el encargado de lanzar, marcar y dar esperanzas. El empate dio alas a los de Uribe que, en un tramo de final de primera parte loco, cambió el marcador gracias a una asistencia de Jandro por Acuña porque el paraguayo se estrenara.
Todo parecía medio arreglado pero, la defensa del Girona todavía tenía que hacer el regalo habitual de cada jornada. Y así, en una acción a la salida de un córner, Redondo empaló solo un fuerte disparo lejos del alcance de *Mallo. Una jugada de pizarra, digna de patio de colegio volvía a costar un gol en el Girona.
A pesar del varapalo que supuso el 2-2, el Girona tenía por adelantado 45 minutos con un hombre más. El partido se volvió a poner de cara para el Girona cuando el portugués Yago aprovechó una pelota muerta al área para volver a avanzar los de Uribe. Se dibujaba un escenario interesante para el Girona que tenía dos opciones, o bien ir en busca del cuarto gol para cerrar el partido o asegurar la mínima ventaja con el peligro que el Xerez sorprendiera en alguna contra. Y es que los andaluces, a pesar de jugar con diez hombres, desprendían peligro en sus acciones. La superioridad numérica, este golpe, sí que la aprovechó el Girona. Los gerundenses dieron el paso adelante que tocaba y encontró el cuarto gracias nuevamente a Jandro. Parecía sentenciado. O no. Todo ello se podría haber complicado otro golpe si *Luso no hubiera sacado una mano de Dios al estilo Maradona sobre la raya de gol a golpe de José Mari. Con todavía los jugadores andaluces protestante, Coro rompió su sequía para culminar un contragolpe y cerrar el partido. La expulsión de Tébar, el 5-3 de Maldonado y las constantes pelotas a la olla Mallo salvó una de clara de Robusté- hicieron que más de uno estuviese al límite del ataque de nervios todo y los dos goles de ventaja en los 6 minutos de añadido. Este golpe, pero, no hubo disgusto final y el equipo tendrá sábado en Huesca el partido del año.
Uribe había tenido ganas de cambiar medio equipo después de ver como sus hombres no hacían nada para evitar el 3-2 de la jornada pasada en Las Palmas. A la hora de la verdad, pero, el único damnificado fue *Tortolero, que cedió su lugar a Tébar. La tarde no podía empezar peor. Después de una acción, posiblemente de falta a Acuña, Mendoza se sacó una centrada milimétrica a la cabeza de José Mari que el sevillano envió a la escuadra.
La depresión parecía instalarse a Montilivi. El partido, pero no siguió el guion previsto por los andaluces, que vieron como el Girona estiraba líneas en busca del empate. Jandro y *Luso avisaron, el Xerez vio como le expulsaban Mendoza (minuto 36) y ya jugando con un hombre más, el empate llegaba en un penalti de Rafa García a Acuña que Jandro fue el encargado de lanzar, marcar y dar esperanzas. El empate dio alas a los de Uribe que, en un tramo de final de primera parte loco, cambió el marcador gracias a una asistencia de Jandro por Acuña porque el paraguayo se estrenara.
Todo parecía medio arreglado pero, la defensa del Girona todavía tenía que hacer el regalo habitual de cada jornada. Y así, en una acción a la salida de un córner, Redondo empaló solo un fuerte disparo lejos del alcance de *Mallo. Una jugada de pizarra, digna de patio de colegio volvía a costar un gol en el Girona.
A pesar del varapalo que supuso el 2-2, el Girona tenía por adelantado 45 minutos con un hombre más. El partido se volvió a poner de cara para el Girona cuando el portugués Yago aprovechó una pelota muerta al área para volver a avanzar los de Uribe. Se dibujaba un escenario interesante para el Girona que tenía dos opciones, o bien ir en busca del cuarto gol para cerrar el partido o asegurar la mínima ventaja con el peligro que el Xerez sorprendiera en alguna contra. Y es que los andaluces, a pesar de jugar con diez hombres, desprendían peligro en sus acciones. La superioridad numérica, este golpe, sí que la aprovechó el Girona. Los gerundenses dieron el paso adelante que tocaba y encontró el cuarto gracias nuevamente a Jandro. Parecía sentenciado. O no. Todo ello se podría haber complicado otro golpe si *Luso no hubiera sacado una mano de Dios al estilo Maradona sobre la raya de gol a golpe de José Mari. Con todavía los jugadores andaluces protestante, Coro rompió su sequía para culminar un contragolpe y cerrar el partido. La expulsión de Tébar, el 5-3 de Maldonado y las constantes pelotas a la olla Mallo salvó una de clara de Robusté- hicieron que más de uno estuviese al límite del ataque de nervios todo y los dos goles de ventaja en los 6 minutos de añadido. Este golpe, pero, no hubo disgusto final y el equipo tendrá sábado en Huesca el partido del año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario