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sábado, 11 de febrero de 2012

Sigue la tensión entre Reino Unido y Argentina por el conflicto de las Malvinas

Los ánimos entre Argentina y el Reino Unido siguen caldeados a menos de dos meses del trigésimo aniversario del inicio de la Guerra de las Malvinas, tras las denuncias argentinas presentada sen la ONU sobre la presencia de armas nucleares británicas en América Latina.
El canciller argentino, Héctor Timerman, acusó al Reino Unido ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, de militarizar e introducir armamento nuclear en el Atlántico Sur, una acusación a la que el embajador británico ante el organismo internacional, Mark Lyall Grant, respondió con la palabra "basura".
Timerman subrayó también que su país quiere una solución pacífica al conflicto y que el Reino Unido responda a los llamamientos de Naciones Unidas para que ambas partes se sienten a negociar sobre la soberanía de las Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur, en poder del Reino Unido desde 1833.
Ban Ki-Moon se manifestó dispuesto a mediar con ambas partes para que se inicien esas negociaciones reclamadas desde hace años por la ONU.
Horas antes en Londres, un portavoz del Ministerio británico de Asuntos Exteriores dijo a Efe que "los ciudadanos de las islas Malvinas son británicos sin discusión y libres para determinar su futuro" y que "no habrá negociaciones con Argentina sobre soberanía, a menos que así lo deseen los isleños".
El mismo portavoz negó que el Reino Unido este "militarizando" el Atlántico Sur y aseguró que no ha habido cambios en su política defensiva hacia las islas.
Ante Ban Ki-Moon, el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el togolés Kodjo Menan, y el presidente de la Asamblea General, el catarí Abdulaziz Al Naser, Timerman dijo que el Reino Unido ha violado el Tratado de Tlatelolco (1967) que prohíbe el armamento nuclear en América Latina y destacó que un submarino nuclear británico, el Vanguard, ha sido enviado a la región.
También señaló que "desde las Malvinas", los británicos tienen "la capacidad de atacar a buena parte de Argentina, todo Uruguay, una parte de Chile y el sur de Brasil" con misiles Taurus, y que su poder militar en el Atlántico Sur se ha cuadruplicado.

Respaldo de América

En su comparecencia ante la prensa para explicar lo expuesto a los altos cargos de la ONU, Timerman contó con el respaldo de los embajadores de varios países de América Latina.
El Gobierno argentino ha logrado aglutinar a los países latinoamericanos en su reclamación de un diálogo con el Reino Unido sobre el tema de la soberanía de los archipiélagos del Atlántico Sur que están bajo dominio británico desde 1833.
También el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, expresó hoy su "total respaldo" al diálogo "pacífico" que promueve Argentina en el conflicto por las Malvinas y alertó del peligro del envío de naves de guerra del Reino Unido a las islas.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, "ha recurrido al único instrumento válido para quienes creen en la paz y en la democracia: el dialogo pacífico; y en esa perspectiva, ella cuenta con el respaldo de toda nuestra región", dijo Insulza en un comunicado de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Insulza consideró un "contrasentido" el dar un "tono belicista" al conflicto, en alusión al envío de un destructor de la Armada británica a las Malvinas, el Ms Dauntless, el cual según dijo hoy el embajador del Reino Unido ante la ONU, obedece a una rutina.
El presidente de Perú, Ollanta Humala, no solo respalda las reclamaciones argentinos de negociación sino su "solidaridad y apoyo" a los "legítimos derechos de soberanía" de Argentina sobre las islas Malvinas, según dice en una carta enviada a la presidenta Cristina Fernández, de la que se informó hoy en una nota oficial en Buenos Aires.
El mandatario peruano dijo además compartir con Fernández la "preocupación por el incremento de la presencia militar en las islas". El Gobierno argentino no solo ha recabado buenas palabras, sino hechos concretos en su campaña para presionar al Reino Unido a negociar.
En diciembre pasado, como había hecho anteriormente la Unasur, el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, decidió vetar la entrada a sus puertos de barcos con bandera de las Falklands (Malvinas en inglés).
Este viernes, el embajador británico en la ONU afirmó que el Gobierno de Argentina ha iniciado "una guerra de declaraciones" al cumplirse pronto 30 años de lo que calificó como la "invasión ilegal" de las Malvinas.

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