Indignados logran detener despidos de trabajadores en Chicago

Washington, 24 feb (PL) Con el apoyo de miembros de la filial del movimiento Ocupar Wall Street (OWS) en Chicago, Illinois, trabajadores de una fábrica de ventanas lograron hoy mantener sus puestos de trabajo, ante un anunciado despido. Los obreros lograron un acuerdo por al menos 90 días para permanecer en sus puestos, tras unas 11 horas de ocupación de la planta que iba a ser desmantelada en breve. A través de la acción directa de la comunidad, incluido el apoyo del grupo Ocupar Chicago, trabajadores y su sindicato impidieron que la compañía Serious Energy con sede en California, cerrara la instalación, destacó la página digital de OWS (www.occupywallst.org). Los empleados cifran en que esto les dará tiempo para mantener la planta abierta, cuya gestión se mantendrá a su cargo hasta tanto aparezcan nuevos propietarios, citó la publicación. Algunos de los obreros mostraron su satisfacción ante la posibilidad de dirigir la compañía bajo su propia bandera, como una empresa cooperativa. Podemos realizar esta empresa, dijo Juan Cortés, quien labora allí desde hace más de 23 años. Tenemos gente capaz de manejar la finanzas; encontraremos clientes; sabemos cómo dirigir la compañía, indicó Cortés. Los miembros de Ocupar Chicago nos han brindado su solidaridad y provisto de varios suministros, acotó. En los próximos días los trabajadores se pondrán en contacto con sindicatos de cooperativas en Nueva York y Argentina para recibir orientación sobre cómo gestionar negocios, anunció Armando Robles, presidente de una unión sindical en la llamada ciudad de los vientos. OWS nació en Nueva York el 17 de septiembre de 2011, frente a la sede del poder financiero del país, a fin de denunciar las desigualdades generadas por el sistema capitalista y el poder desmedido de las grandes corporaciones y bancos. El grupo reclama a la administración del presidente Barack Obama mejoras en los principales indicadores sociales, así como revertir la situación del desempleo que afecta a más de 12 millones y medio de estadounidenses. Las protestas se han extendido a las principales urbes de la nación, con la participación de estudiantes, desempleados, veteranos, afroestadounidenses, latinos, representantes de movimientos feministas y ambientales, quienes se consideran el 99 por ciento golpeado por el sistema.