Básicamente, Uruguay exportará un millón y medio de litros de vino blanco; un millón de litros de jugo de uva (mosto), y dos millones de litros de vino tinto. También hay opción de exportar otro millón de litros, en caso que la cosecha lo permita.
Serán 32 las bodegas del país que se beneficien en esta exportación a granel, lo que además beneficia a los bodegueros que sacan un volumen importante de sus cavas antes de comenzar la próxima cosecha.
Aunque Uruguay ha apostado desde siempre a la venta de vinos embotellados, y competido por optimizar su calidad para mejorar su cotización y demanda, la opción del vino sin envasar es una posibilidad en expansión en el mundo. Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino, con sede en Francia, el 70% del vino que se produce en el mundo, es exportado a granel.
Consolidarse a nivel internacional
Más allá de lo importante del volumen a comercializar, los vinculados al sector, alientan lograr que este sistema se consolide en los mercados internacionales, mostrando a Uruguay, además de cómo productor de vinos finos, como un mercado exportador estable, para una materia prima de constante demanda en el mundo.
El mayor inconveniente que ha presentado hasta ahora el país en la materia, es que se ha visto obligado a vender por sobre stock, con lo cual el abaratamiento del producto supera incluso, los costos de producción. Lo cual se parece mucho práctica comercial ilícita den0minada “dumpìng”.
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