'Llevar la casa a cuestas' empieza a perder la connotación negativa que siempre se ha asociado a dicha frase. Las viviendas móviles, o 'mobile home', se han convertido en una apetecible alternativa a las cargas hipotecarias. En plena crisis, muchos compradores optan por una vivienda transportable y económica cuya inversión oscila entre 7.000 y 10.000 euros (suelo no incluido).
Rafael López, gerente de Casas y Caravanas López, explica que "la gran ventaja de estos inmuebles móviles reside en que se pueden colocar en cualquier tipo de terreno (rústico, industrial o urbano)" debido, añade, "a que legalmente no se consideran un bien inmueble fijo como una casa tradicional por su equipamiento con ruedas y enganche tipo caravana". Se pueden mover, sin problemas legales, con cualquier vehículo con bola de enganche siempre dentro de la parcela en propiedad y nunca por carretera. Por carretera se considera transporte especial por sus dimensiones.
Libre de grandes impuestos
Pueden establecerse en un cámping, terrenos en propiedad o incluso en espacios cedidos
Aunque hay una gran variedad de compradores de estas casas nómadas, expertos del sector coinciden al afirmar que en los últimos años la imposibilidad de algunas familias para afrontar el pago de una hipoteca ha incrementado sensiblemente la demanda de las 'mobile homes'. Éstas se pueden establecer en cualquier cámping, terreno en propiedad o incluso en espacios cedidos por allegados y ayuntamientos "en los que se está exento de todo tipo de impuestos que no correspondan sólo y exclusivamente a bienes móviles", comenta López, por lo que por ejemplo el IBI ni siquiera se contempla.
Un ejemplo de esta nueva realidad inmobiliaria es Juan, quien prefiere reservar su apellido. Perdió el trabajo hace un año y medio y lleva viviendo en una casa móvil varios meses. "Es confortable y mucho más asequible que un alquiler en cualquier barrio de Sevilla capital", asegura.
Su estructura se basa en tubos metálicos sólidos y rígidos
La estructura de estas casas "se basa en tubos metálicos sólidos y rígidos con grosor suficiente para garantizar al menos 20 años de durabilidad", aclara López. Los materiales más utilizados son el PVC y la madera. Una de las tipologías del negocio de López tiene 24 metros cuadrados (6x4), capacidad para seis personas con dos habitaciones con armarios -una con cama de matrimonio y otra con dos individuales-, salón (con cama de matrimonio plegable), cocina y baño completo. Cuenta además con preinstalaciones de agua, luz y gas. Su precio: 7.500 euros.
Las prefabricadas, un paso intermedio
Por otro lado, las casas prefabricadas se encuentran en el camino intermedio entre la construcción tradicional y las 'mobile homes'. Sujetas a la misma carga impositiva que las primeras, suponen un ahorro de hasta un 40% con respecto a las convencionales. "Eso sí, a diferencia de hace unos años", recalca José Antonio Vélez Rodríguez, propietario de Piscinas hermanos Vélez, "sólo se puede edificar sobre terreno calificado como urbano si no los problemas con los ayuntamientos están asegurados".
El comprador, en este caso, busca un presupuesto cerrado sin sorpresas
"El comprador, en este caso, busca un presupuesto cerrado sin sorpresas con el constructor y una obra rápida", reitera Vélez Rodríguez. El 'boom' de este tipo de inmueble fue en 2009 y hoy varios comerciales consultados aclaran que es una elección exitosa en época de escasa liquidez "siempre y cuando los bancos abran algo el grifo", sugiere Vélez.
Pablo Suárez, residente en la localidad sevillana de Gines adquirió su casa prefabricada de 130 metros cuadrados por 70.000 euros. "Algo impensable en plena 'burbuja' inmobiliaria en 2006", apunta. "En 2006 me pareció prohibitivo tener una hipoteca por más de la mitad de mi sueldo y opté por las prefabricadas. Hoy, casi 6 años después, sólo he tenido que hacer alguna que otra chapuza por capricho más que por necesidad", expone.
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