"¡Tiene que hacer calor ahí dentro!", exclamaba este lunes Raimundo desde el cruce de Tacorón. Lo hacía mirando atentamente al 'burbujeo' que volvía resurgir en el Mar de Las Calmas, fruto de la erupción volcánica submarina de El Hierro.
Era una reflexión hecha a vuelapluma, fruto de la sorpresa de un herreño de solera, nieto de 'Doña Valentina la de Sabinosa', cantaora y tambolirera, figura legendaria del folclore canario. Pero lo que no se esperaba Raimundo es que apenas unas horas después, su comentario fuera ratificado por la ciencia. Exactamente por los científicos del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) de Tenerife. Sus estudios han detectado una diferencia de más de 11 grados centígrados entre la temperatura del agua en el Mar de las Calmas y la del sur del pueblo marinero de La Restinga.
Hasta el momento, estas son las mayores temperaturas ánomalas relacionadas con la erupción volcánica de la isla canaria captadas por el ITER, organismo ligado al Cabildo de Tenerife.
Según los datos aportados por las cámaras térmicas con las que se han equipado a los helicópteros de la Guardia Civil que sobrevuelan la zona afectada (cámaras colocadas en 'posición móvil aérea', según el argot técnico), la temperatura del agua del Mar de las Calmas que no se ve afectada directamente por la erupción era de 23,9 grados centígrados.
Importante flujo de calor
Los datos del registro de la temperatura del mar en la zona donde se observa la manifestación superficial más obvia de la erupción submarina, donde se produce el popularmente denominado 'burbujeo', alcanzó los 35,3 grados centígrados.
Según el ITER esta diferencia de temperatura en el ambiente superficial del Mar de las Calmas "refleja claramente un importante flujo de calor como consecuencia de la erupción submarina", información que "ayudará a fortalecer el programa geofísico (termometría y termografía) para la vigilancia volcánica de las islas Canarias".
Desde otros ambientes científicos, en cambio, se le ha restado importancia a las cifras aportadas por esta investigación. Consideran que en estos momentos, dada la profundidad del cráter, los datos sobre la temperatura del agua son "anecdóticos" y pueden acabar dando una visión "efectista" del fenómeno volcánico.
El análisis fue efectuado por el ITER el pasado domingo y contó con la colaboración del Instituto Volcanológico de Canarias y el Sector Aéreo de la Guardia Civil en el archipiélago. Y aparte de por la información obtenida, también ha servido para que el nieto de Doña Valentina pueda presumir de su inteligencia intuitiva de vuelta a Las Palmas, desde donde voló expresamente para ver en primera persona el fenómeno volcánico que ha puesto a su querida isla en boca de la prensa y la comunidad científica mundial.
Quién sabe si Doña Valentina, tan amante y defensora de la pureza de la isla Meridiano y sus misterios como era, no le habría dedicado una canción al 'burbujeo' y a la subida de la temperatura del agua de haber tenido ocasión.
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