El veto tendrá efecto solamente sobre el mercado alemán y a la espera de lo que el tribunal de Düsseldorf decida en la vista definitiva del próximo 25 de agosto. Mientras tanto, Samsung puede volver a vender la versión 10.1 de su tableta Galaxy Tab en el resto de Europa después de que el tribunal reconociese su falta de jurisdicción fuera de Alemania y levantara ayer el veto impuesto la semana pasada.
Ese mismo tribunal aceptó el pasado jueves el requerimiento judicial de Apple para paralizar la venta de la tableta Samsung Galaxy Tab 10.1 en la UE. La compañía de la manzana aseguró que los móviles y tabletas de la empresa coreana copiaban "servilmente" sus iPad e iPhone. En concreto, Apple acusaba a Samsung de violar 10 patentes y reclamaba la paralización inmediata de las ventas de la tableta que, según los analistas, es el rival más serio del popular iPad de Apple, líder actual del mercado.
Ese mismo día Samsung planteó un recurso que ha obligado al tribunal a reconocer que es "cuestionable" que pueda extender su jurisdicción a compañías extranjeras que operan fuera del país y, por ello, ha levantado el veto impuesto a las ventas en la UE, aunque mantiene la prohibición en Alemania.
Guerra de patentes
Apple y Google cuyo sistema operativo Android hace funcionar los teléfonos y tabletas de Samsung mantienen una cruda guerra en el mundo de las patentes de la tecnología móvil desde hace meses. La ofensiva de Apple consiste en una oleada de demandas por vulneración de patentes contra los aliados de Google como Samsung y HTC en la Unión Europea, Estados Unidos y Australia. Samsung, por su parte, ha contrademandado a Apple por el mismo motivo en diferentes países.
Todavía el martes, el fabricante taiwanés HTC, aliado de Google y fabricante de su teléfono Nexus One, demandaba a Apple por infringir patentes en sus ordenadores Macintosh, sus tabletas iPad, sus reproductores musicales iPod y sus teléfonos iPhone en el mismo juzgado de en Delaware (EEUU) en el que Apple mantiene una demanda similar contra HTC.
La batalla final, sin embargo no parece que vaya a librarse en los tribunales, sino en el mercado de acciones. El pasado lunes, Google compró el fabricante de telefonía móvil Motorola por 12.500 millones de dólares, en un movimiento que la mayor parte de los expertos atribuye a la defensa de las patentes de Android y a la adquisición, además, de las más de 17.000 que tiene Motorola.
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