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lunes, 4 de octubre de 2010

Yaguareté nacido en la Reserva de Pan de Azúcar crece saludable


La Reserva de Fauna del Cerro Pan de Azúcar sigue dando sorpresas y alegrías. A sus atractivos naturales y a la reserva de venados de campo en semicautiverio más grande del mundo, se suma ahora el benjamín de toda la fauna del lugar, Salvador, el yaguareté nacido el 24 de setiembre que crece saludable.

Las visitas a la Reserva de Fauna del Cerro Pan de Azúcar se incrementan con la llegada de la primavera. Pero igualmente, sea cual sea el tiempo, siempre hay excusas para llegar al impactante lugar, enclavado sobre una de las laderas del imponente cerro que le da su nombre.

A los encantos naturales, a la variada y cuidada fauna del lugar, se suma la reserva de venados de campo en semicautiverio más grande del mundo. Pero el ritmo volvió a cambiar desde el viernes 24 de setiembre, cuando, de pronto, los funcionarios de la Reserva se encontraron con un yaguareté recién nacido y escasamente atendido por su propia madre.

El amor por la tarea que desempeñan llevó a los trabajadores a tomar para sí al pequeño felino, al que inmediatamente bautizaron Salvador. Dar cuenta a las autoridades y a un médico veterinario fue cosa de pocos minutos, al igual que obtener la alimentación para sostener a Salvador con vida Hoy, a poco más de una semana de haber nacido, el pequeño felino luce saludable y aumentó su peso en poco más de 100 gramos. Es el mimoso de la reserva. Eso indica una evolución muy "positiva", de acuerdo a la opinión del veterinario Juan Arzarello, quien explicó que el pequeño felino se está alimentando con leche de primer crecimiento y toma unos 15 centímetros cúbicos cada dos horas.

El profesional agregó que gradualmente se aumentará la cantidad de alimento hasta llegar a los 20 centímetros cúbicos y. poco a poco, se sumarán a la dieta alimentos con alto grado de proteínas.

El animal -de una especie considerada extinguida en nuestro país- fue capturado por funcionarios de la Reserva luego de comprobar que su madre no lo alimentaba. Al sacarlo de la jaula y ser asistido por un veterinario se constató que era un macho de 700 gramos de peso y, por no haber recibido los cuidados de su madre, estaba deshidratado y con hipotermia. Lo primero que hicieron fue darle abrigo con mantas y bolsas de calor, y luego alimentarlo con calostro de vaca recién parida, "para ayudar en su recuperación", señaló Arzarello.

El veterinario destacó que la vida de "Salvador" es "muy viable", teniendo en cuenta su progreso y la "dedicación y responsabilidad" que asumieron los funcionarios del lugar para salvarlo. Si su salud sigue bien, podrá ser integrado a la vida de la Reserva en unos 60 días.

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