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domingo, 20 de junio de 2010

"Eliminarnos en octavos con Argentina es un desperdicio"


Diego Forlán vive su mejor momento. Está jugando su segundo Mundial, anotó dos goles en la importante victoria frente a Sudáfrica, el amor le sonríe y por si fuera poco su libro "U-rugua-yo" ya es un best seller en España. "Sacarlo en Uruguay siempre fue una de las ideas. Y queremos que todos puedan comprarlo", dijo el ídolo sobre su autobiografía que sale mañana con El País. Obviamente, también habló sobre el Mundial y hasta dónde cree que puede llegar la Celeste.

SILVIA PÉREZ

-¿Cómo está viviendo su segundo Mundial?

-Muy bien, disfrutándolo. Los resultados se están dando y el equipo está jugando bien. El lugar donde estamos es muy cómodo, nos sentimos como en casa y la convivencia grupal es espectacular.

-En el asado que publicó en Twitter, suena muy feliz.

-Sí. (Se ríe) Me llevo muy bien con Aldo el cocinero, con Carlitos el mozo, con Guille el utilero, con "Minguta". Todos nos llevamos muy bien con ellos y quería publicar algo en Twitter. Y como acá hay que hablar todo en inglés, con Guille siempre jodemos y decimos palabras en inglés. Nos divertimos mucho.

-¿Hasta dónde cree que puede llegar Uruguay?

-Prefiero no pensarlo. Todo está muy parejo. Hay pocos equipos que ganan con facilidad y los que lo hacen se les complica al otro partido. Hay grupos que están muy duros. Lo bueno es que nosotros vamos de menos a más y que el equipo está muy sólido. Y estamos jugando bien que es muy importante. En este momento lo importante es clasificar y si podemos hacerlo en primer lugar mucho mejor. Después es un mano a mano. Es aprovechar los momentos. Y cuanto mejor esté el equipo se puede sacar ventaja.

-¿Comparte la idea de no cruzarse con Argentina en octavos?, no porque no se le pueda ganar, sino para seguir los dos adelante.

-Obviamente, incluso he hablado con periodistas argentinos y piensan lo mismo. Nosotros los respetamos como ellos nos respetan a nosotros. Pero como sudamericanos cuanto más lejos estemos mejor. Si los tenemos que enfrentar más adelante lo haremos con gusto, pero tener que eliminarnos en octavos es un desperdicio. Pero no por miedo, sabemos que podemos ganar o perder. Y ellos también lo saben. Pero cuantos más sudamericanos haya arriba mejor.

-El día que Argentina jugaba con Corea del Sur la tapa de Olé no fue ni Maradona ni Messi, fue usted por el 3 a 0 a Sudáfrica. ¿Le sorprende?

-Un amigo me mandó un mensaje y me dijo que me iba a guardar esa tapa. Me sorprendió por más que el cariño de los argentinos hacia mí siempre fue muy grande. Pero como vos decís Argentina jugaba ese día.

-Se ve que lo sienten como parte suya porque se inició ahí, y capaz que ahora lo del noviazgo también influye.

-Es lo primero. No me parece que lo del noviazgo con Zaira influya mucho. Es el hecho de haber salido de ahí y de tener muchos amigos. Además, con muchos periodistas que hoy están manejando los programas en televisión, empezamos juntos. Tengo muy buena relación con ellos de antes. Un cariño especial y creo que eso debe influir también.

-¿Supo que su libro es de los más vendidos en España?

-Sí, creo que entre los no ficción es el más vendido. Es impresionante, más en un país que no es el de uno. Pero me lo tomo con calma. Me alegro más que nada por Quique que lo escribió y es un amigo. Y por mi hermano que me convenció para que lo hiciera.

-¿Cómo surgió la idea?

-Hace un par de años atrás mi madre y mi hermana Alejandra me habían hablado sobre la idea. Pero no para ahora, para mucho más adelante. Fue solo una idea y quedó ahí.

-¿Por qué se adelantó?

-A principio de temporada, el jefe de prensa del Atlético de Madrid, Quique, y mi hermano tuvieron la idea. Me convenció mi hermano Pablo.

-¿No le pareció demasiado temprano?, porque una biografía escrita a los 31 años seguramente va a ser necesitar un segundo tomo. Por ejemplo, con todo lo que está viviendo ahora en el Mundial.

-Es lo que dice todo el mundo. Cuando el libro salió justo estábamos en las semifinales de la Europa League y me decían que me había apurado y que iba a tener que sacar otra parte si salíamos campeones. Pero la intención era contar, sobre todo, cómo fueron mis comienzos y alguna que otra historia. Contarle a la gente cómo se fue dando todo.

-¿Cuál es la mejor parte? ¿O la más atrapante?

-Pah, no sé. Creo que la historia de cómo empiezo en el fútbol. Es interesante y muy graciosa. Yo me enteré hace poco cómo había sido verdaderamente.

-¿No lo sabía?

-Te lo cuento así y parezco un boludo, pero cuando lo leas te vas a dar cuenta. Al principio creí que era de una manera y venía por otro lado.

-¿A quién está dirigido?

-Más que nada a los jóvenes porque cuenta los comienzos, y las enseñanzas y los valores que me transmitió mi familia. Y también quise contarle a la gente que tuvo algo que ver en eso como lo fui viviendo yo.

Comentarios.

"Los que ya lo leyeron me dicen que es un libro que respira fútbol y por lo general lo que más les gusta es lo que representa la familia para mí".

Independiente.

"El cariño de los argentinos hacia mí siempre fue muy grande. Por haber haber salido de ahí y por tener muchos amigos argentinos".

Amigos.

"El `Ruso` y Andrés, que son dos íntimos amigos míos, se emocionaron al leer sobre cuando íbamos al colegio y su tía abuela les llevaba la comida".

Un trabajo que lo obligó a hablar solo

El libro fue escrito por Enrique Ramón Pellicer, el jefe de prensa del Atlético de Madrid. "Me juntaba con Quique, con quien además somos muy amigos. Venía a casa con el grabador, poníamos algún partido en la tele sin volumen y me iba preguntando. Yo le iba contando y me iba acordando de otras cosas. Después, con su trabajo y mis partidos no teníamos mucho tiempo. Cuando viajábamos a algún lugar para jugar aprovechábamos para seguir trabajando. Y ya sobre el final él me daba el grabador y los puntos y yo iba hablando solo. De repente en el auto, o en casa hablaba sobre cosas que se me iban ocurriendo. Luego él lo pasaba en limpio. Al final tuve que leerlo todo y llevó su tiempo. Pero desde que empezamos hasta que salió deben haber pasado seis meses".

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