A su regreso de Buenos Aires, en el departamento de Colonia, el presidente electo José Mujica realizó una evaluación acerca de su estadía en la capital Argentina y su reunión con la presidenta Cristina Fernández. "No me podía ir mal ya que en realidad no íbamos a tomar ninguna decisión", dijo Mujica.
Dijo que el camino del diálogo será el que resolverá el conflicto por las papeleras y además aseguró que el vecino país "no está tan mal". Brasil será el próximo destino para negociar ayuda para los ferrocarriles.
"Me fue bien porque no me podía ir mal ya que en realidad no íbamos a tomar ninguna decisión", sostuvo el presidente electo, José Mujica, entrevistado en Colonia mientras regresaba a Montevideo. "El objetivo de este viaje era fijar una agenda de temas que se comenzarán a discutirse cuando el próximo gobierno electo asuma el 1º de marzo próximo".
Sobre el diferendo por la instalación de las papeleras Mujica advirtió: "No estoy para meterle pecho a Argentina, entonces me parece que por el camino del diálogo, la simpatía y cultivando la buena relación, se puede conseguir un poco más".
Según indicó Mujica la transición hacia el cambio de gobierno, es tiempo ganado para proponer lo necesario: "Yo por lo menos trato de adelantar tiempo, estoy tratando de aprovechar las vacaciones porque este tema si lo dejo para después, vienen los líos que esto, que lo otro, lo urgente", sostuvo.
Además se refirió a la impresión que se llevó del vecino país y expresó: "Tan mal no están, acá nos llega la información de que se cae Argentina, pero en los bares hay que hacer cola para poder comer, no encuentro un cachilo viejo en la calle".
Desde el departamento de Colonia, Mujica aseguró que el interés que mantiene acerca de lograr un encuentro con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, radica en la necesidad de una "apoyatura para el ferrocarril".
La reunión con la presidenta Fernández en la Casa Rosada, el pasado jueves, se extendió durante casi una hora tras el recibimiento que ésta realizó a los visitantes: José Mujica que concurrió acompañado de su esposa, la senadora Lucía Topolansky, a la que Fernández saludó con un apretado abrazo.
El centro del encuentro pasó por establecer una agenda y una comisión negociadora que a partir del 1º de marzo tratará diversos temas vinculados a la relación entre los dos países, aunque según indicó Mujica, ya definió los nombres pero aún no los revelará: "Los quiero dejar que duerman tranquilos, tenemos una agenda bárbara, tenemos que trabajar y es lo que estamos haciendo", dijo.
El cambio energético, la navegabilidad de los ríos Uruguay y de la Plata, pero además el conflicto por la instalación de la planta de celulosa en Fray Bentos, fueron los temas que hicieron el encuentro que comenzó sobre las 18.45 horas.
En declaraciones a la prensa al término de la reunión con Fernández, Mujica informó sobre Botnia que se deberá "esperar por la resolución de la corte de La Haya". En este sentido afirmó: "No tenemos ninguna solución en la mano, tenemos la voluntad de luchar por encontrar salidas y mejorar en todo lo posible la relación entre los dos países".
Además señaló que para una futura agenda deberán plantearse "el problema del río Uruguay y los problemas que lo rodean".
Asimismo, el futuro mandatario fue consultado acerca del "encuentro" con los asambleístas y de cuáles fueron los temas que se tocaron: "Yo no he dicho si me reuní o no me reuní porque tengo palabra con la gente que hablo, y tengo muchos amigos en Gualeguaychú, y la palabra que tengo con ellos es que me tengo que callar la boca de lo que pude o no haber hablado, por lo tanto no voy a hablar nada.
Durante su estadía, José Mujica y su esposa, la senadora Lucía Topolansky, fueron alojados por Lilián Alfaro, militante de izquierda que en la década del 70 emigró a Buenos Aires "tener a Pepe acá de vuelta como presidente es raro, porque nadie se imaginaba que iba a ser presidente. Empezó con Tabaré pero Pepe va a encaminarse a muchas de las utopías nuestras", dijo Alfaro.
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