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jueves, 30 de octubre de 2014

La Capilla Sixtina devuelve la luz a la obra de Miguel Ángel

Y por fin se hizo la luz... Fue el 31 de octubre de 1512. Justo ese día, del que mañana se cumplen 502 años, los frescos realizados porMiguel Ángel en la Capilla Sixtina fueron desvelados a los ojos del mundo. La capilla estaba entonces iluminada con luz natural que entraba en ella a borbotones a través de unos grandes ventanales situados en su parte de arriba, y los que contemplaron la maravilla de aquellos frescos quedaron absolutamente boquiabiertos. "Es una obra tan luminosa para el arte de la pintura que ella sola basta para iluminar el mundo, que durante tantos centenares de años ha estado en las tinieblas", dejó escrito en 1568 Giorgio Vasari en su famoso compendio 'Vida de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos'.
Pero el Vaticano decidió en 1980 clausurar los ventanales de la capilla Sixtina, para evitar que los temidos rayos ultravioletas de la luz solar pudieran dañar esa obra de arte. Desde entonces los aproximadamente ¡seis millones de personas al año! (con picos de unas 20.000 personas al día) que la visitan se ven obligadas a contemplar la obra cumbre de Miguel Angel bajo la triste luz de unos focos artificiales. Pero a partir de hoy mismo eso va a cambiar, se va a hacer de nuevo la luz: la capilla estrena un nuevo sistema de iluminación que le devuelve todo su esplendor y que permite a los visitantes admirar sus frescos como nunca, bajo una luz específicamente estudiada para simular la natural que llegaba desde los ventanales superiores. Un modo de celebrar el 450 aniversario de la muerte de Miguel Angel, amén de los 20 años del famoso proceso de restauración que en 1994 restituyó los frescos de 'El Divino' a su riqueza cromática original.
Expertos en iluminación de las universidades de la Sapienza de Roma, la de Budapest y la de Barcelona han trabajado codo con codo en un proyecto de investigación europeo puesto en marcha para decidir el mejor modo de alumbrar la Capilla Sixtina, un proyecto bautizado como LED4ART en el que han manejado la luz con el mismo mimo y cuidado con el que Miguel Angel utilizaba los pigmentos, incluido el polvo de lapislázuli afgano con el que por ejemplo pintó el cielo del Juicio Universal.
El vaticano se plantea poner un techo de 20.000 visitantes al día (2.000 personas a la vez) en la capilla
El resultado es unA revolucionaria instalación compuesta por 7.000 diodos emisores de luz (LED) que con la irradiación tenue y uniforme que proyectan permiten que desde el suelo se aprecien mucho mejor los detalles de los frescos pintados por Miguel Angel. "El nuevo sistema de iluminación exalta todas las maravillas, incluidos los más pequeños detalles, de la que sin duda es la antología artística más importante del renacimiento italiano", sentencia Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos, recordando de además del famoso Juicio Universal de Miguel Ángel la capilla Sixtina también alberga frescos de Sandro Boticelli, del Ghirlandalo y de otros maestros del siglo XV que hasta ahora pasaban con frecuencia desapercibidos y que ahora vuelven a la luz.

La mejor experiencia visual

"Ha sido un reto enorme para todos nosotros. Pero pensamos que hemos conseguido el equilibrio perfecto entre el espectro lumínico y los pigmentos de las obras de arte para de ese modo crear la mejor experiencia visual posible", señala Mourad Boulouednine, coordinador del proyecto. "Además, la nueva instalación tiene una eficiencia energética mucho mayor que el sistema anterior y no dañará las obras de arte. En definitiva, los resultados son fantásticos y todos estamos muy orgullosos".
El Vaticano también está contento porque, más allá de resaltar los frescos, el nuevo sistema de iluminación de la capilla Sixtina le permitirá un ahorro energético del 60% respecto a un sistema tradicional. Algo de agradecer en tiempos de crisis y más cuando sus finanzas no atraviesan su momento más boyante: la Santa Sede cerró 2013 con un déficit de más de 24 millones de euros, aunque hay que precisar que el estado Ciudad del Vaticano lo hizo con un activo de más de 33 millones de euros.
Pero la instalación de los 7.000 LED es sólo el primer paso. A principios de 2015 el Vaticano ofrecerá a quienes acudan a ver la Sixtina unas gafas inteligentes de usar y tirar que les permitirán ver una reconstrucción virtual en tres dimensiones de la famosa capilla antes de adentrarse en ella y llevar a cabo la visita real.
El problema siguen siendo las enormes masas humanas que soporta la Capilla Sixtina, y que con el polvo que arrastran provocan un enorme daño en sus frescos. De hecho, además de la iluminación hoy se estrena también un nuevos sistema de climatización de última generación realizado por una compañía estadounidense que permitirá reducir los niveles de anhídrido carbónico, polvo y otras sustancias que perjudican a la capilla, así como controlar su humedad y temperatura. Aun así el Vaticano, que desde hace tiempo baraja la posibilidad de poner límite al número de personas que acuden a admirarla, parece decidido a hacerlo si los turistas siguen creciendo. Antonio Paolucci así lo confirma: "Desde este momento los Museos Vaticanos exigiremos un crecimiento cero en el número de visitantes. Y si estos continúan aumentando pondremos un techo de 20.000 personas al día, con un máximo de 2.000 personas a la vez".

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