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miércoles, 11 de junio de 2014

La división interna del PSC fuerza a Pere Navarro a dimitir como líder del partido

Pere Navarro, primer secretario del Partit del Socialistes de Catalunya (PSC), ha arrojado la toalla tras la debacle electoral de las europeas y las divisiones internas que azotan al partido desde que asumió el cargo en diciembre de 2011 por el proceso soberanista en Cataluña. "La nueva dirección del partido deberá decidir cuál es mi papel", ha dicho Navarro en rueda de prensa tras anunciar su dimisión como primer secretario de los socialistas catalanes. "Es la mejor decisión que podía tomar", ha sentenciado. Minutos antes, el exalcalde de Terrassa ha comunicado su decisión al presidente de la Generalitat Artur Mas.
Navarro ha decidido dimitir para contribuir a que se produzcan "cambios profundos" en el partido y no sin reproches a los críticos por ventilar "públicamente" las diferencias internas y "vulnerar acuerdos" de los órganos de dirección. Con todo, después ha asegurado que el papel de los críticos no ha incidido en su dimisión como tampoco lo ha hecho el paso atrás anunciado por Alfredo Pérez Rubalcaba tras las elecciones europeas.

La dimisión de Navarro sigue a las del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba
, y del líder de los socialistas vascos, Patxi López, tras los malos resultados en las elecciones europeas. Los dos años y medio que Navarro ha pilotado el PSC han sido especialmente convulsos. El partido ha resistido mal la presión de la oleada soberanista que vive Cataluña, que ha provocado las críticas internas de cada vez más sectores del partido contra el liderazgo de su hasta ahora líder, que el pasado día 25 cosechó los peores resultados de la historia del socialismo catalán.
El futuro inmediato del PSC se dirimirá el próximo sábado en una reunión de su Consejo Nacional, el máximo órgano entre congresos. Habrá dos opciones sobre la mesa: la creación de una gestora provisional o la convocatoria de un congreso extraordinario. Muchos dirigentes del partido han presionado a Navarro para que convoque un congreso, pero la agenda política de los próximos meses no lo hace fácil. Además del cónclave del PSOE el próximo julio y de las primarias para elegir candidato a la Moncloa, en Cataluña toda la escena política está también condicionada por la consulta de autodeterminación que el Gobierno catalán quiere convocar para el 9 de noviembre. Navarro se ha limitado a decir que el consejo nacional del partido decidirá lo que sea mejor. Ni siquiera ha explicado si piensa continuar como diputado.
Primero fueron los sectores más soberanistas de los socialistas catalanes los que acusaban al equipo de Navarrro de alejarse de la posición central que tradicionalmente había ocupado la formación en la sociedad catalana al ignorar las crecientes demandas soberanistas. Los enfrentamientos fueron especialmente duros con los diputados autonómicos Marina Geli, Joan Ignasi Elena y Núria Ventura, a quienes el partido expedientó y apartó de sus cargos orgánicos por romper la disciplina de voto en la votación a favor de pedir el traspaso a la Generalitat de la potestad de convocar la consulta soberanista el pasado enero.
Pero en los últimos días, cuando el PSC se preparaba para celebrar un consejo nacional para renovar una parte de la ejecutiva, las críticas yale llegaron a Navarro desde varios cuadros del partido. “La gente no nos percibe ni como un partido catalanista ni socialista, que han sido siempre nuestras señas de identidad", aseguró el pasado fin de semana el diputado autonómico y presidente de la federación del PSC del Camp de Tarragona, Xavier Sabaté. Este anunció que mañana iba a votar una resolución exigiendo a Navarro un congreso extraordinario, idea que la dirección descartó hasta el último momento descartó la dirección. Jaume Collboni, alcaldable por Barcelona y exdiputado del PSC, se sumó a la crítica. “Comparto la posición del partido pero se ha gestionado mal hasta posicionarnos con PP y Ciutadans. Nuestro papel no es hacer frentismo”, afirmó.

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