Un terremoto de magnitud 8,2 en la escala de Richter y de larga duración se ha producido en el norte de Chile a las 20.46 hora local de este martes (01.46 del miércoles, hora peninsular española). Las autoridades de la Oficina Nacional de Emergencias (ONEMI) activaron tras el temblor la alerta por tsunami y ordenaron evacuar de forma preventiva todo el borde costero chileno, de unos 4.329 kilómetros. La población que vive cerca del Pacífico se ha refugiado en zonas de mayor altura. Las olas provocadas por el tsunami - de unos dos metros - han ido llegando hasta las zonas costeras y han dejado algunas inundaciones en las calles más próximas al mar, pero no han provocado daños mayores.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha decretado zona de catástrofe en las regiones de Arica y Parinacota. Bachelet, quien viajará a la zona para conocer sobre el terreno la dimensión de la catástrofe y supervisar las medidas adoptadas, ha firmado un decreto de estado de excepción constitucional que, entre otras medidas, supone que las fuerzas de seguridad y de orden quedan bajo control de mandos militares. A las 06.43 (hora peninsular española) el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico ha levantado la alerta para Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México y Honduras.
Poco antes de las dos de la mañana en Chile, desde uno de los salones del Palacio de La Moneda, la presidenta Michelle Bachelet ha realizado su primera comparecencia pública después del terremoto y alerta de tsunami que se produjeron este martes. En ella ha anunciado que ha decretado zona de catástrofe en las dos regiones del norte de Chileafectadas por el seísmo de 8,2 grados, que quedarán desde este momento bajo el control de representantes del Ejército y de la Aviación. “El objetivo es resguardar el orden público y evitar situaciones de saqueos, junto con colaborar con las autoridades en las labores de ayuda que han comenzado”, ha informado la mandataria.
El descontrol social es uno de los mayores temores de la socialista, que el 27 de febrero de 2010 -a pocos días de dejar el Gobierno- enfrentó un terremoto de 8,8 grados en el sur de Chile, al que siguieron asaltos a supermercados y robos de grandes almacenes. Por esa razón, Bachelet ha enviado a la zona a su subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, para que controle sobre el terreno los posibles problemas de inseguridad que se puedan generar en ciudades como Arica e Iquique, que enfrentan casi sin luz eléctrica este estado de emergencia.
La presidenta ha señalado que este miércoles, con la llegada del día, se podrán conocer en detalle los daños que ha causado el terremoto en la zona norte de Chile. La socialista, sin embargo, ha sido optimista respecto a estas primeras horas después de la tragedia: “El país ha enfrentado de buena manera la emergencia. Llamo a mantener la calma y seguir instrucciones de autoridades”.
Bachelet viajará a la zona afectada en las próximas horas y ha aprovechado su rueda de prensa, de unos cinco minutos, para agradecer las muestras de solidaridad de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, y del mandatario de Perú, Ollanta Humala, que la llamaron por teléfono para ofrecer su ayuda a Chile.
Las autoridades han informado que se han registrado al menos cinco muertos a causa del terremoto: cuatro hombres y una mujer, en Iquique y Alto Hospicio, a causa de infartos y aplastamientos. El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, ha informado de que los ciudadanos deberán mantenerse fuera de la zona de riesgo prácticamente hasta el amanecer, a la espera de que el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) decrete que no existe peligro. El jefe de gabinete de la presidenta también ha indicado que las Fuerzas Armadas y Carabineros han tomado el control de la ciudad de Iquique, a 1.787 kilómetros al norte de Santiago, donde unas trescientas mujeres se han fugado de la cárcel. En plena noche, la ciudad solamente contaba con un 10% de electricidad.
El epicentro del seísmo se ha situado en el mar, a 89 kilómetros al suroeste de la localidad de Cuya, en la región de Tarapacá del extremo norte de Chile. La ONEMI informó de que los movimientos marítimos se comenzaron a producir paulatinamente desde el norte hacia el sur. Las estimaciones indican que las olas llegarán hacia las 4.00 hora local en el extremo sur de la Antártida aunque, por el momento, no se han registrado grandes olas. Las comunicaciones telefónicas se han visto afectadas en el norte, aunque están regularizadas, y existen algunas carreteras cortadas producto del desprendimiento de tierra, entre ellas una que comunica con Bolivia. El símbolo de la ciudad de Arica, el Morro, un icono de soberanía chilena, también ha sufrido daños.
En Santiago de Chile, la capital, que no colinda con el Pacífico, no se ha sentido el seísmo y las máximas autoridades políticas y técnicas han conformado el Comité de Operaciones de Emergencia a nivel nacional y regional. Con las alarmas de tsunami de fondo, la población se ha trasladado de manera general en orden hacia los cerros, salvo en la ciudad de Antofagasta, donde la gente se ha desesperado y ha escapado en sus vehículos. Durante la noche se han producido más de una docena de réplicas del terremoto en la zona norte chilena y, según han informado las autoridades chilenas, la alerta se ha extendido a las autoridades de otros países de Latinoamérica, como Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica y El Salvador, aunque han sido canceladas ante de la medianoche, salvo en Ecuador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario