Más de 2.000 bomberos con apoyo de aviones y helicópteros cisterna
combaten en California (EEUU) un incendio forestal que comenzó hace una
semana y que ya ha arrasado más de 51.000 hectáreas. Ahora, amenaza a miles de casas y otros edificios.
Las autoridades estadounidenses alertaron de que el agua de San
Francisco podría enturbiarse en las próximas horas debido a las cenizas
del incendio, que ya alcanzó el Parque Nacional Yosemite,
unos 310 kilómetros al este y está cerca de un área donde está parte
del sistema hidroeléctrico de la ciudad. Los bomberos han contenido este
sábado apenas el 5% del frente de fuego, empujado por vientos de unos
20 kilómetros por hora.
Las llamas se han propagado hacia el nordeste a unos cuatro kilómetros del embalse Hetch Hetchy, cuya represa y turbinas también producen casi el 85% de la electricidad que consume San Francisco.
El gobernador de California, Jerry Brown, extendió el estado de
emergencia a la ciudad y el condado de San Francisco debido a la amenaza
para los suministros de servicios públicos.
La Comisión de Servicios Públicos de San Francisco se vio forzada a
suspender el uso de las líneas de transmisión, y tanto la ciudad como el
condado podrían ser afectados por daños en los suministros de agua y electricidad,
indicó Brown. San Francisco ha cerrado dos de sus tres estaciones
hidroeléctricas en el área y ha podido comprar energía en el mercado,
pero se esperan más trastornos si las llamas continúan avanzando.
La Cruz Roja estadounidense ha informado de la evacuación de decenas
de personas a un centro establecido en la Feria Mother Lode, de Sonora,
que tiene capacidad para un millar de ellas.
No se espera que sea elevado el número de evacuados ya que muchas de las viviendas en el área sujeta a órdenes de evacuación son residencias de vacaciones, o sus habitantes están acostumbrados a estos fuegos por lo que es probable que tengan sus planes para abandonar el lugar.
Larry Brown, un voluntario del Departamento de Policía del Condado
Tuolumne, dijo al diario 'The Ángeles Times' que el llamado "anillo de
fuego" está "cerca de alcanzar la intensidad" de una serie de incendios
forestales que devastó cientos de miles de hectáreas en California en
1987.
Cuatro bomberos murieron combatiendo aquellos incendios, incluido uno
en el Parque Nacional Stanislaus, donde comenzó el actual hace una
semana, pero por ahora la mayoría de los residentes en las áreas en
torno al incendio mantienen la calma.
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