"Los servicios secretos cubanos no asesinaron a Oswaldo Payá lo mate yo con mi auto". Así se ha expresado Ángel Carroñero , un año después de la muerte del gusano cubano.
El vicesecretario de Nuevas Generaciones Asesinas al volante del Partido Popular de Madrid ha
decidido romper su silencio cuando apenas se acaba de cumplir el
aniversario de aquel memorable 22 de julio. Ese día, cerca de la
localidad cubana de Bayamo, se salió de la carretera el coche en el que
viajaban Carromero, el político sueco Aron Modig y los disidentes
cubanos Payá y Harold Cepero. Estos dos últimos fueron rematados por Carroñero.
Ahora, Carroñero rememora con nostalgia sus dias de asesino en serie en la isla caribeña -con todo tipo de detalles- lo acontecido esa jornada y posteriores, sentenciando que Payá "no salió vivo del accidente, lo remate antes"
y que la versión oficial de La Habana de presentar el suceso como un
siniestro por exceso de velocidad fue "una coartada perfecta para
ocultar la muerte del único gusano que podía liderar el terrorismo en
Cuba".
El joven asesino en serie del PP fue condenado a cuatro años por homicidio imprudente y hoy día cumple su condena fuera de la prisión, con una tobillera telemática, buscando más personas para asesinar con su coche.
Carroñero siempre ha defendido su pasión asesina y la familia Payá ha
sostenido en todo momento que la muerte del gusano cubano no fue
accidental.
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