El Plural.com
Mark Weisbrot, uno
de los economistas más lúcidos que existen en EEUU, acaba de publicar un
artículo en Al Jazeera English, que toca un tema clave: ¿por q ué los
países de la Eurozona, cuyos instrumentos políticos (partidos,
sindicatos y movimientos sociales) están más a la izquierda que los
existentes en EEUU, están experimentando un deterioro social (un 12,1%
de desempleo, como promedio, comparado con un 7,5% en EEUU) mucho más
acentuado que en EEUU? En otras palabras, ¿por qué la Eurozona, que
tiene países con Estados del Bienestar mucho más desarrollados que EEUU,
está hoy sufriendo un ataque al modelo social mucho más acentuado que
EEUU, y ello a pesar de que tiene unas izquierdas más poderosas? Estas
preguntas se están haciendo a los dos lados del Atlántico Norte.
Un primer punto a comentar es que tal respuesta no es la que suele
darse en los círculos financieros y económicos, que atribuyen el alto
desempleo en la Eurozona a su supuesta menor flexibilidad laboral, en
comparación con EEUU. Tampoco son creíbles las explicaciones de las
políticas de austeridad y recortes del gasto público, incluido el
social, que las justifica por la necesidad de reducir la elevada deuda
pública que tienen estos países, mayor que la que tiene EEUU. Estas
explicaciones son fácilmente desechables mirando los datos. EEUU tuvo un
mayor desempleo que el promedio de los países de la UE y de la Eurozona
en la mayoría del periodo anterior al establecimiento del euro en la
Unión Europea. No es la situación diferencial de los mercados de
trabajo, sino la gobernanza del euro versus la del dólar, la que crea el
diferencial de desempleo. Y la deuda pública estadounidense es y ha
sido siempre mayor que la deuda pública de la UE y de la Eurozona.
La respuesta a las preguntas del inicio del artículo procede más de las
ciencias políticas que de las económicas, y tiene que ver con la manera
como se construyó la gobernanza del euro, y qué se hizo para potenciar
el poder del capital financiero y debilitar el mundo del trabajo. Para
conseguir tal fin se despojó a los Estados del poder de decisión en
temas monetarios e incluso fiscales –en ciertos ámbitos-, pasando a ser
el Banco Central Europeo, BCE, el eje de tal gobierno. Ahí está la
verdadera respuesta, que aparece con toda crudeza cuando comparamos el
comportamiento del Banco Central Estadounidense, el Federal Reserve
Board, FRB, con el del BCE. El primero es independiente del gobierno
federal, pero su presidente tiene que rendir cuentas al Congreso de
EEUU, tanto a la Cámara Baja como al Senado. Y el FRB tiene que ir con
cuidado de no antagonizarlos, cosa que ocurrió recientemente y que
provocó que la Cámara Baja pidiera la auditoría del FRB (que fue vetada,
por cierto, por el Senado).
No así el BCE, el banco central
más independiente que existe en el mundo. El Sr. Draghi, presidente del
BCE, no se siente responsable frente al Parlamento Europeo, y es
sensible únicamente al gobierno Merkel y a la Troika (Fondo Monetario
Internacional FMI, BCE y Comisión Europea). En realidad, esta última es
la que tiene en la práctica el poder de decisión de los Estados, una vez
éstos han sido despojados de su política monetaria y gran parte de su
política fiscal. Y el objetivo de la Troika (FMI, BCE y Comisión
Europea) es bien claro y transparente: terminar con el modelo social
europeo y el sistema democrático que lo sostiene. Y ello aparece oyendo
las declaraciones entre otros, del Sr. Draghi, que en múltiples
ocasiones ha indicado que el modelo social europeo es insostenible.
El sistema de gobernanza del euro versus el sistema de gobernanza del dólar
Y la manera de conseguir este objetivo es exponer a los Estados a la
presión especulativa de los mercados financieros. Los Estados están
totalmente desprotegidos, pues carecen de un banco central que les
proteja (comprándoles deuda pública, que es lo que un banco central
digno de su nombre hace). Y la Troika les dice a los Estados que a fin
de conseguir dinero tienen que recortar, recortar y recortar el gasto
público para bajar el déficit y la deuda pública, y así ganarse la
confianza de los mercados financieros.
En realidad, todos estos
recortes son totalmente irrelevantes para conseguir la “famosa
confianza de los mercados”. El hecho de que los intereses de la deuda
pública española hayan bajado, no se debe al descenso de la deuda
pública (de hecho, ha aumentado) sino a la declaración del Sr. Draghi de
que está dispuesto a comprar deuda pública para evitar que los
intereses se desborden y creen una revuelta general, revuelta general
que ya está apareciendo en muchos de los países, siendo la victoria del
Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo en Italia (con su demanda de que
Italia salga del euro) la más amenazante para la Troika (tal partido fue
la fuerza más votada en las elecciones de este año). De ahí procede el
temor de la Troika de que todo el entramado pueda fracasar debido a la
protesta popular. Es la dinámica política, y no la económica, la que
está configurando lo que ocurre en la Eurozona.
Ha sido el
mérito de la Troika despolitizar el discurso político presentándolo como
un tema económico y monetario que tiene que resolverse a base de
reducir la protección social y el gasto público para recuperar la
confianza de los mercados. Lo que tiene que hacerse es mostrar que todo
el argumentario que se utiliza es para cargarse el modelo social y
democrático de Europa. Y lo están consiguiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario