Página 12
El gobierno británico interceptó teléfonos y computadoras de los políticos para saber con antelación las diferentes posiciones en las reuniones. Hoy comienza una cumbre del G-8 en Irlanda del Norte, con el espionaje de fondo. |
El gobierno
británico ordenó espiar los teléfonos y las computadoras de las
delegaciones que participaron en 2009 en dos cumbres del G-20 en
Londres, aseguró ayer el diario The Guardian en su página web. El
periódico afirmó haber tenido acceso a documentos clasificados en los
que se confirmaría un espionaje sistemático llevado a cabo por el centro
de escuchas británico GCHQ, con el que se interceptaron los teléfonos
de políticos y funcionarios extranjeros participantes en esas reuniones y
se vigilaron sus computadoras. Los documentos habrían sido entregados a
The Guardian por Edward Snowden, fuente de las filtraciones sobre el
masivo programa de espionaje estadounidense que sacudieron en las
últimas semanas al gobierno de Barack Obama.
En el caso de
Londres, el objetivo de ese espionaje habría sido conocer con antelación
las diferentes posiciones de los países del G-20, entre otras de
aliados como Sudáfrica o Turquía, según publicó en sus páginas The
Guardian, de manera tal que, con esa información, la delegación
británica contaba con una ventaja apreciable para poder actuar con
comodidad de acuerdo con sus intereses con vistas al acuerdo final.
Entre
las prácticas llevadas a cabo, los anfitriones británicos habrían
recomendado a los integrantes de esas delegaciones que utilizasen una
serie de Internet-cafés donde los servicios de Inteligencia podían leer
los correos electrónicos con suma facilidad.
En 2009 se
celebraron en Londres dos reuniones del G-20 (países industrializados y
emergentes), durante los meses de abril y septiembre, organizadas por el
entonces primer ministro laborista Gordon Brown. A ellas asistieron los
líderes del G-8 (países ricos y Rusia), que hoy comenzarán a reunirse
en una cumbre que durará dos días y se llevará a cabo en Irlanda del
Norte, bajo la presidencia británica. The Guardian y el diario
estadounidense The Washington Post fueron los medios que publicaron los
documentos secretos filtrados por Snowden que remiten a un espionaje
masivo de teléfonos y servicios de Internet en Estados Unidos llevado a
cabo por la Agencia Nacional de Inteligencia.
Por otra parte, el
diario El País de España aseguró que documentos norteamericanos a los
que pudo acceder dejan entrever que el ministro de Finanzas turco,
Mehmet Simsek, y al menos quince funcionarios de ese país se encuentran
en la nómina de políticos que habrían sido espiados por el gobierno del
Reino Unido durante la cumbre internacional de ministros de Finanzas que
se realizó en Londres.
“En una situación en vivo como ésa, la
inteligencia recibida puede usarse para influir minutos u horas antes en
los acontecimientos que han ocurrido sobre el terreno. Eso significa
que no es suficiente como fuente la transcripción posterior de llamadas
telefónicas; el soplo en tiempo real es esencial”, señala uno de los
documentos citados por el diario español.
Aunque Rusia habría
sido otra de las delegaciones espiadas, El País asegura que los
servicios de Inteligencia británicos no habrían conseguido descifrar con
éxito el contenido de las llamadas donde habían grabado en aquel
momento conversaciones del presidente ruso, Dimitri Medvedev,
interceptadas vía satélite cuando viajaban entre Reino Unido y Moscú.
Para
El País, los documentos que se dieron a conocer por The Guardian
deslizan que el gobierno británico de aquel entonces, a cargo de Brown y
acompañado por David Miliband al frente del Ministerio de Exteriores,
conocían de antemano los entretelones de los preparativos que se
llevarían a cabo para espiar a las delegaciones.
En un
memorándum, publicado en enero de 2009, se despliega una serie de
recomendaciones que funcionarios del centro británico de escuchas, el
GCHQ, le dieron a su director antes de una reunión de éste con Miliband,
de cara a la cumbre de jefes de Estado del G-20. “El objetivo del GCHQ
es asegurar que toda la inteligencia relevante para el gobierno de Su
Majestad para lograr los objetivos que busca en la presidencia del G-20
llegue a los clientes en el momento adecuado y de tal forma que les
permita hacer completo uso de ella”, señala el texto.
Por otra
parte, funcionarios de Inteligencia de Estados Unidos aseguraron al
Senado que los programas de espionaje electrónico y telefónico
permitieron frustrar “docenas de tramas terroristas” dentro del
territorio estadounidense y en más de veinte países. Según The Wall
Street Journal, la oficina del director nacional de Inteligencia (DNI)
proporcionó el fin de semana al Comité de Inteligencia del Senado un
documento que amplía la información sobre los dos controvertidos
programas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). El documento, sin
embargo, no identifica cuáles son los países en los que la vigilancia de
la NSA fue crucial para abortar intentos de ataque.
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