Caracas, 1 jun (PL) Venezuela puede sentirse orgullosa hoy en materia
de lucha contra el tabaquismo, afirmó la representante de la
Organización Panamericana de la Salud, Celia Riera, en un contexto
marcado por la celebración del Día Mundial sin Fumar.
Sobre tal punto, Riera resaltó que Venezuela fue el tercer país en
aprobar un sistema de advertencia sanitaria para las cajetillas de
cigarrillos, mediante "la imposición de los llamados pictogramas o
anuncios para alertar al fumador que ese producto hace daño".
Asimismo, detalló que la nación suramericana está entre los primeros cinco países con los impuestos más altos a los productos del tabaco, lo cual a su juicio es positivo "pues se ha probado científicamente en diversos estudios que aumentar el gravamen reduce el consumo".
Igualmente, precisó a Venezolana de Televisión que el país fue el primero de América "en prohibir todo tipo de publicidad relativa al tabaco en radio y televisión (en 1980) y luego fue profundizando las legislaciones para impulsar que no haya promoción al hábito de fumar".
Riera destacó además los avances de Venezuela en la lucha contra el tabaquismo sobre todo en una coyuntura signada por la muerte de seis millones de personas a nivel mundial cada año asociadas al hábito de fumar.
Al respecto, recordó que se está trabajando mucho a través de un convenio marco -ratificado por 179 países del mundo- que contienen una serie de artículos para combatir el tabaquismo.
En ese sentido, resaltó que Venezuela se encuentra en el cinco por ciento de las naciones que a nivel mundial implementaron la totalidad de las medidas del convenio marco del control del tabaco.
Por su parte, la ministra venezolana de Salud, Isabel Iturria, recordó que el convenio marco salió de la Organización Mundial de la Salud en 2003, en 2005 fue aprobado en Venezuela y ratificado un año después por unanimidad en la Asamblea Nacional.
Desde entonces, en 2006 salieron dos resoluciones que normaron de manera precisa y restringida las posibilidades de promoción y patrocinio de los productos derivados del tabaco y al año siguiente se alzó a 70 por ciento el impuesto sobre el cigarrillo, medida que redujo aún más el consumo, explicó.
Finalmente en 2011, entró además en vigencia la prohibición del consumo de tabaco en espacios públicos, que generó un impacto adicional en la lucha contra ese vicio, agregó Iturria.
Con tales políticas, se logró reducir de 2006 a 2011 prácticamente a la mitad el consumo de cajetillas de cigarros e igualmente decreció la prevalencia a este vicio en la población adulta al registrarse una disminución de 30 por ciento en 1996 a 17 por ciento en 2011, detalló.
Asimismo, detalló que la nación suramericana está entre los primeros cinco países con los impuestos más altos a los productos del tabaco, lo cual a su juicio es positivo "pues se ha probado científicamente en diversos estudios que aumentar el gravamen reduce el consumo".
Igualmente, precisó a Venezolana de Televisión que el país fue el primero de América "en prohibir todo tipo de publicidad relativa al tabaco en radio y televisión (en 1980) y luego fue profundizando las legislaciones para impulsar que no haya promoción al hábito de fumar".
Riera destacó además los avances de Venezuela en la lucha contra el tabaquismo sobre todo en una coyuntura signada por la muerte de seis millones de personas a nivel mundial cada año asociadas al hábito de fumar.
Al respecto, recordó que se está trabajando mucho a través de un convenio marco -ratificado por 179 países del mundo- que contienen una serie de artículos para combatir el tabaquismo.
En ese sentido, resaltó que Venezuela se encuentra en el cinco por ciento de las naciones que a nivel mundial implementaron la totalidad de las medidas del convenio marco del control del tabaco.
Por su parte, la ministra venezolana de Salud, Isabel Iturria, recordó que el convenio marco salió de la Organización Mundial de la Salud en 2003, en 2005 fue aprobado en Venezuela y ratificado un año después por unanimidad en la Asamblea Nacional.
Desde entonces, en 2006 salieron dos resoluciones que normaron de manera precisa y restringida las posibilidades de promoción y patrocinio de los productos derivados del tabaco y al año siguiente se alzó a 70 por ciento el impuesto sobre el cigarrillo, medida que redujo aún más el consumo, explicó.
Finalmente en 2011, entró además en vigencia la prohibición del consumo de tabaco en espacios públicos, que generó un impacto adicional en la lucha contra ese vicio, agregó Iturria.
Con tales políticas, se logró reducir de 2006 a 2011 prácticamente a la mitad el consumo de cajetillas de cigarros e igualmente decreció la prevalencia a este vicio en la población adulta al registrarse una disminución de 30 por ciento en 1996 a 17 por ciento en 2011, detalló.
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