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lunes, 11 de febrero de 2013

Rajoy presenta su declaración de la Renta: le sale a defraudar


Hay declaraciones de la renta que te salen a pagar, declaraciones que te salen a devolver y luego está de la Rajoy, que le sale de los huevos. Unos testículos majestuosos, estoicos y primordiales. Un escroto que brilla en la oscuridad más allá de la puerta de Tännhauser. El Presidente hizo pública la declaración para demostrar su inocencia a la hora de cobrar en negro, que es como si alguien considerara demostrada la existencia de un ser con superpoderes solo porque aparece en un libro de fantasía. ¡Esperad, eso ya sucede! ¡Se llama Cristianismo! Pues va a ser eso. Si crees en Dios gracias a la Biblia, también puedes creer en la transparencia de Rajoy gracias su declaración de la Renta. Por lo tanto, si no creéis en Rajoy arderéis en el Infierno. Vais a hacerle la pedicura a Satán con los dientes, puercos pecadores.
rajoy ábacoLo curioso del caso es que, entre la declaración y los datos de la web del Congreso, hay una diferencia de 83.000€. Según Hacienda, en 2010 Rajoy cobró 181.098,4€. Según el Congreso, 98.225,90€. Hace tantas pirulas con las cuentas que ni él mismo sabe ajustarse a su propia mentira. En Moncloa alegan que la diferencia proviene de los impuestos, pero aun así, habría un desfalco de 5.000€. Al parecer, la declaración de Rajoy tiene tres columnas: Deber, Haber y Materia Oscura. Y al igual que en el Universo, la materia oscura está en expansión.
Dicen que si un contable mira la declaración de Rajoy cae sumido para siempre en el pozo de la locura. Está habiendo suicidios de contables en masa, lo que, de hecho, es la cosa más excitante que ha pasado en el mundo de la contabilidad desde la invención de la calculadora.
Esperad, esperad que ahora viene lo bueno. Entre 2006 y 2011, el Presidente, el mismo líder que, cargado de sensatez, pedía «trabajar unas poquitas horas más o bajarse el sueldo», se subió el sueldaco un 36%. Eso es lo que se conoce como “predicar con el ejemplo #exceptoalgunacosa”. Teniendo en cuenta que, por algún oscura lógica que no alcanzo a comprender, en este país se cobra más en la oposición que en el Gobierno, tendría sentido que en los dos últimos años, en Génova los sobres volaran como Angry Birds.
En el fondo, Rajoy está tranquilo. Sabe que la declaración le saldrá a devolver. Viendo como nos trata, cualquiera diría que está convencido de tener a 46 millones de tontitos a su cargo. Y eso, como sabéis, desgrava.

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