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domingo, 7 de octubre de 2012

'Vatileaks', hacia el carpetazo definitivo ó como tapar rapido la mierda

El traje gris le quedaba impecable y era algo más oscuro que el que lució en días anteriores. Paolo Gabriele escuchó la sentencia impertérrito: un año y medio de prisión. Con la condena (y el posible posterior indulto) del mayordomo del Papa, el Vaticano seguramente dará el carpetazo definitivo al 'Vatileaks'.
El ex mayordomo papal le generó a su iglesia un problema bastante grave. Durante meses, las revelaciones del 'Vatileaks' mantuvieron al Vaticano en ascuas con la difusión de documentos confidenciales que Gabriele copió y entregó a terceros. Este sábado, era condenado por robo por el tribunal vaticano.
"No me siento un ladrón", dijo el padre de familia estrictamente religioso en su alegato final. "Lo que siento fuertemente dentro de mí es la convicción de que actué desde un profundo, diría devoto, amor a la iglesia de Jesucristo y su líder".
El tribunal presidido por Giuseppe Dalla Torre tuvo en cuenta algunos atenuantes. De lo contrario, la pena habría sido el doble de alta. Según Dalla Torre, Gabriele no tenía antecedentes y actuó por convicción personal, por más que ésta fuera errónea. Además, adujo que Gabriele era consciente que de había traicionado la confianza del Papa.
Por otra parte, se considera probable que Benedicto XVI lo indulte. Un indulto "es una posibilidad muy probable", dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, que destacó la independencia del tribunal, que cuenta con tres juristas italianos.
Los jueces llevaron a cabo el proceso en el edificio judicial amarillo detrás de la Basílica de San Pedro en apenas cuatro días, justo antes del inicio del sínodo de obispos y antes del inicio del 'Año de la Fe', en el 50 aniversario del Segundo Concilio Vaticano.

¿Luchas de poder?

Con el 'Vatileaks', se filtraron importantes informaciones a los medios: sospechas por corrupción, negocios pocos transparentes del Banco Vaticano y un presunto complot para asesinar al papa.
Muchos de los documentos fueron difundidos en el libro 'Sua Santità' del periodista Gianluigi Nuzzi. Uno de los nombres que aparece una y otra vez en los documentos es el del controvertido secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone. Por eso, en los medios se especuló con luchas de poder en el Vaticano y se dudó de si Gabriele, al que se considera de una inteligencia bastante simple, actuó solo.
El fiscal Nicola Picardi, que pidió tres años de prisión, describió a Gabriele como una persona fácilmente influenciable. Sin embargo, agregó que eso no significaba de ninguna forma que tuviera cómplices. "Por las investigaciones en curso no hay indicios de complicidad", dijo Picardi. Gabriele afirmó en los interrogatorios haber actuado solo. Antes de su detención, señaló en una entrevista anónima con Nuzzi que en el Vaticano había al menos 20 personas que pensaban igual que él.

Las incógnitas

De todas formas, quedan preguntas. Los investigadores no usaron guantes en la requisa del hogar de Gabriele. Además de varios documentos, encontraron un cheque para el papa por 100.000 euros, un libro valioso y un lingote de oro. Hasta ahora no se sabe si se trataba efectivamente de oro. No se analizaron huellas dactilares en el lingote porque había pasado por demasiadas manos. Ni siquiera está claro si Gabriele tocó alguna vez el lingote, según dijo su abogada, Christina Arru. Tampoco quedó claro dónde fueron halladas estas cosas. Un gendarme habló de una caja de zapatos.
Las acusaciones de delación, que habrían requerido una investigación más exhaustiva, no fueron analizadas. El papa creó una comisión de cardenales para investigar internamente el 'Vatileaks', pero sus resultados no pueden hacerse públicos.
Gabriele podrá reunirse ahora con su mujer y sus tres hijos. Está bajo arresto domiciliario hasta que se defina si se cumple con la condena. Si se cumple, deberá ir a prisión, pero en Italia, ya que el Vaticano no cuenta con prisiones para detenidos de largo plazo. Si Benedicto XVI lo indulta, podría recibir una tarea simple dentro de los muros del Vaticano o abandonar el pequeño Estado.
Esto no es del todo imposible, sobre todo después de que se quejara durante el proceso de sus condiciones de detención, lo que molestó a algunos.
Fuera del Vaticano, sin embargo, podría ser acosado por los medios. Su aparición en 'talk-shows' para contar detalles de su vida cerca del Papa es un escenario al que el Vaticano teme.

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